Hay cuidadores que derrochan amor y sentido común y que hacen del acompañamiento un arte. Se plantean las situaciones con calma, actúan y no se piden más de lo que pueden dar (que suele ser mucho). No se quejan del resto de la familia, si acuden o no, si ayudan o las más de las veces entorpecen, si opinan sobre actos que no han vivido ni desean vivir,....
Hacen las cosas como si no les costara esfuerzo, incluso, a veces con sentido del humor. A mí, personalmente, se me cae la baba cuando me encuentro con alguno de ellos.
Esta mañana Carmen nos ha dicho entre risas:
- A las 5 de la tarde yo me tomo mi crema catalana y él su Nolotil.
Y hace unos días Pilar nos comentaba:
- A mi padre si no le das el batido con un poco de sidra, no se lo bebe. Pero sidra sin alcohol, eh!
"Esta es la historia sobre la vida y las tormentas, sobre las semillas que plantamos en primavera, las flores que florecen en verano y las cosechas de otoño, sobre la muerte que a veces llega demasiado pronto y para alguna gente llega tarde, y sobre lo que significa esto."
E.Kübler-Ross
1 comentario:
... jajaja... si, si. Fiaté!!, sin alcohol??.
Batido hipersupermegaprotéico con sidra??? uhmmm. Vale chicas! mañana de café cortado nada!! Un batido y nos abrimos una sidrita... pero con alcohol que hace FRIIIIIIIO.
Ainss... como diría una que yo me se... ¡esto no es seriooo! jeje.
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