martes, 24 de agosto de 2010


A pesar de los años que llevamos trabajando con pacientes terminales, aún te dejas sorprender y te descubres en actitudes diferentes y algunas curiosas.

Hace unos días, sentada en la cama de un paciente que se encontraba en situación de agonía, con su mano en el hueco de la mía y sabiendo que la muerte rondaba cercana, me sorprendí escudriñando la habitación, buscando su reflejo en un espejo o su sombra agazapada en algún rincón, detrás de una silla o en la cabecera de la cama. Olía, miraba, escuchaba,...en silencio.

Lo que es seguro es que ella nos conoce bien y nos tiene ya muy vistas....

4 comentarios:

  1. Lo recuerdo perfectamente y nuestra conversación luego en el coche.
    Besotes.

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  2. Esas "conversaciones luego en el coche" son la terapia perfecta. Compartir sensaciones y emociones es la guinda del pastel.
    Más besotes y te veo mañana.

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  3. 8Quiero creer, que la muerte en esta vida, es el nacimiento a otra vida. Y que como cuando aquí nacemos, allí, nos esperan gozosos para recibirnos los familiares que esperan nuestra llegada. Que es todo un acontecimiento de dicha y felicidad el reencuentro que se produce cuando nacemos en esa nueva vida. Y que si no somos capaces de recordarlo mientras permanecemos en este mundo es, porque lo añoraríamos tanto, que seríamos incapaces de aguantar el tiempo que nos corresponde estar en este mundo.
    Un abrazo muy fuerte.

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  4. Cuantas emociones ,descritas con tan pocas palabras. Y comparto también lo de las conversaciones en el coche , a la vuelta de un aviso nocturno ó diurno , que nos ha calado hondo......
    Besos, encantos.

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