Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee, quien no escucha música,
quien no halla encanto en si mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos senderos,
repitiendo todos los días los mismos senderos,
quien no cambia de rutina,
no se arriesga a vestir un nuevo color
o no conversa con desconocidos.
Muere lentamente quien evita una pasión
y su remolino de emociones,
aquellas que rescatan el brillo en los ojos
y los corazones decaídos.
Muere lentamente quien no cambia de vida
cuando está insatisfecho con su trabajo o su amor,
cuando está insatisfecho con su trabajo o su amor,
quien no arriesga lo seguro por lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite al menos una vez en la vida
huir de los consejos sensatos...
huir de los consejos sensatos...
Pablo Neruda
4 comentarios:
Ánimo y fuerza tras esa búsqueda de lo incierto, tras ese sueño que nos permitirá hacer frente y rivalizar con los consejos sensatos. Ahí está el atractivo, intentar hacer realidad los sueños.
Un beso muy fuerte, Violeta.
Matute.
La fuerza y la confianza es el motor de nuestros sueños, la oportunidad es la que nos enseña el camino.
Besos Matute.
Ah! Pablo!
Más vivo que nunca!
Gracias por recordarnos que vida es cambio, transformación, color, luz, renovación, riesgos nuevos, aventuras... descubrir y aprender...
Besos
Hola Casiopeia!
Es una alegría verte pasear de nuevo.
Muchos besos
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