Hoy se nos ha vuelto a erizar la piel...
E. hace tiempo que padece un cáncer de pulmón en estadio avanzado. Hemos ido viviendo paso a paso su declive funcional y la aparición de nuevos síntomas y nuevas limitaciones en su vida diaria. Sin embargo ha mantenido su media sonrisa y un humor que nos conmovía hasta hoy. Sentado en el sofá buscaba la postura que le aliviaba el dolor y enhebrado del brazo de su mujer, como decía él, caminaba hasta el baño. Le gustaba comer pavo y sólo pavo,… nos imaginábamos rebaños de pavos huyendo de la comarca al ir corriéndose la voz... glú, glú, glú.
Ayer perdió la vía oral y con ello la posibilidad de tomar la medicación, la inquietud le dominaba y el dolor era intenso. Sabíamos que era el final. Nos ha dicho con un hilo de voz que no quería sufrir más. Hemos decidido rotar opioides y cambiar la vía de administración. Le hemos puesto un infusor subcutáneo y hemos adiestrado a la cuidadora principal, su hija, para que administrara medicación extra en caso de ser necesario. Hemos hablado con su familia intentando resolver sus dudas y miedos, y a él le hemos dejado tranquilo sobre la cama.
Al irnos dejábamos una familia con una gran tristeza pero con menos temor, más resolutiva y sabiendo qué hacer para ayudar a su familiar.
El abrazo del pasillo, ya de camino a la puerta, nos ha emocionado por lo intenso, cálido y laaargo. Las lágrimas nos empañaban el pelo.
Esta misma noche ha fallecido. Se mantuvo tranquilo pero les escuchaba y apretaba a menudo la mano de su esposa que daba calor a la suya. Su familia le ha acompañado durante todo el proceso y han podido despedirse de él, incluso los nietos le han dado un beso de despedida antes de partir. “Hay cosas que no olvidaremos jamás”, nos decía serena su hija.
Tú también me pones piel de gallina cuando describes tan bién los sentimientos y las emociones. Una suerte tenerte cerca para leerte a menudo y transportarme a esas realidades que me hacen sentir más vulnerable (lo que es una suerte) porque te acerca a ser más humano. Besazos Violeta
ResponderEliminarEn algún sitio leí que Cuidar y acompañar llena de sentido nuestro trabajo, es la práctica médica en su plena dimensión humanistica.
ResponderEliminarMe alegro de que también lo entiendas así. Otro besazo.