¿Queremos que nos traten “como un rey”?
Cuando la ayuda anula, incapacita y/o humilla, cargada de “Buenas Intenciones" ... Eso es lo que nos
cuenta el corto de Marta Rubio.
Necesitamos, más que las buenas intenciones de otros, que se
respeten nuestras intenciones. Y eso no está en confrontación con la edad o
ningún grado de dependencia. La atención integral requiere de la persona
cuidadora aprender a escuchar y a preguntar, favoreciendo siempre el desarrollo
completo de la persona cuidada. Exige respetar al máximo su dignidad y
autonomía, fomentando las capacidades personales para una vida lo más
independiente posible. Todo ello dentro de una comunidad en la que se puede y se
debe participar.
El protagonista del corto ni siquiera muestra signos de
enfermedad, simplemente es “mayor” y probablemente se siente “vulnerable” tras
la pérdida de su esposa. La respuesta de la persona que ha decidido cuidarle se
fundamenta en el miedo: miedo al dolor por la muerte del ser querido, miedo a
que exprese sentimientos, a que decida, a un accidente, a los
“peligros de la calle”… Y ese miedo se traslada al cuidado, transformándose en
una aparente “segura inacción”.
En el corto se dice: “Los hijos han de cuidar a los padres
como éstos a su vez hicieron con ellos”… Pero… cómo se cuidó a los niños?,
un sujeto “cuidador” y un objeto
“cuidado”?
Y cuándo se pone más difícil?, en el caso del Alzheimer,
demencias y otras enfermedades…?
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