Seguro que os acordáis de mi amiga Paula. Fue diagnosticada
de un Ca. de ovario hace 7 meses y desde entonces ha escrito sobre todo el
proceso de enfermedad, cómo lo afronta y cómo lo vive. Y todo eso está recogido
en este blog.
Después de haber pasado una mala temporada, por
complicaciones de su proceso, Paula vuelve a escribir y estoy encantada de
oírla de nuevo.
EL AMOR EN LA ENFERMEDAD
Hoy no voy a hablar de
enfermedad, aunque no soy de celebrar el día de los enamorados este año es
especial.
Los dos últimos dos
meses han sido muy difíciles, he superado dos operaciones, una fuerte peritonitis
con importante deterioro de los pulmones, dos días de fallo multiorgánico,
pérdida total de la masa muscular por estar encamada y mil pruebas más.
Cuarenta días en el hospital, treinta de ellos en la uci, entubada y enganchada
a un respirador.
Ayer volví al hospital a varias revisiones y
cuando terminé la última de la mañana, subí a la uci a ver a mis chicas (las
enfermeras). Todo fue alegría, abrazos y muchos besos. Ellas encantadas de
verme y yo plenamente agradecida por sus cuidados y ánimos durante el mes que
estuve allí. Con algunas de ellas he llegado a tener una relación muy especial.
Todos, salvo una, me han atendido con todo el cariño y el buen hacer del que
eran capaces. Un millón de gracias.
Cuando uno está enfermo,
tan importantes son los cuidados médicos como los afectivos y todo cariño es
poco. Por eso desde aquí, quiero rendir un homenaje a todos los cuidadores, en
especial al mío.
Mi marido ha estado en
todo momento a mi lado. Desde los primeros días en los que permanecí sedada hasta
los últimos ya en la habitación. Todos los días se hacía trescientos kilómetros
para ir a pasar la mañana conmigo y por la tarde volver a casa para estar con
nuestros hijos. En todo momento ha tenido esperanza y ha confiado en mí, a
pesar de los malos augurios de los médicos que me daban pocas horas de vida. Se
sentaba a mi lado y me hablaba, con la esperanza de que yo dormida, le
escuchara. Para mí, fue muy duro estar más de un mes sin ver a los niños pero
él intentaba hacérmelo más llevadero, me llevaba fotos, por las noches grababa
audios mientras mi hijo leía el cuento para que yo lo escuchara, mil y un
detalles que me hacían los días más llevaderos.
Por eso hoy, quiero
rendir un homenaje a todos los cuidadores, porque son los grandes olvidados.
Debemos aprender a valorarlos y a quererlos, porque sin ellos muchos enfermos
no sobrevivirían ni dos días. Por favor, cuando vayáis a visitar a un enfermo,
preocuparos también por el bienestar del cuidador.
Son la clave de nuestra
sanación.
Paula Cruz
Buenos días desde ese "otro lado" de la enfermedad.
ResponderEliminarLa verdad es que no es ningún sacrificio estar ahí al lado; todo lo contrario, es una necesidad...
Somos muchos los cuidadores que nos sentimos reflejados en este lado; y seguro que una inmensa mayoría sabemos a quienes tenemos que agradecer el que también, en cierto momento, se hayan ocupado de nosotros.
Es necesario tener un apoyo, un hombro, un pañuelo a mano, porque si no te vas abrazando a lo primero que pillas. Yo por ejemplo en algún momento me tuve que abrazar a un árbol (no sé donde escuché que así encontrabas algo de paz, y así fue).
NO sé si a algún@ otr@ cuidador/@ le habrá sucedido de encontrar consejos como: "tienes que descansar"; y desde aquí abogo por el descanso y la buena alimentación (aunque sean 5/6 horas de sueño y un sándwich de la máquina); pero también el buen sabor de los besos de tus hij@s y sus abrazos, que para mí y para Paula, en todo el proceso están siendo un pilar básico para decirnos: "TENEMOS QUE CONTINUAR" no vale rendirse...
Gracias a la Vida por las oportunidades que nos pone a lo largo del camino para superarnos y crecer desde dentro;
Gracias a todas las personas de buen corazón, que sin saber nada de tu situación te ofrecen todo su apoyo,
Gracias a los que desinteresadamente te cogen de la mano y te sacan a pasear, o a comer,
Gracias a mis hijos, que sin saberlo ni quererlo, están siendo el pilar donde apoyar la palanca de la recuperación de Paula...
Gracias a ti VIOLETA, por darnos la oportunidad de compartir nuestra experiencia...
Gracias a ti que lees esto, porque compartiéndolo estoy seguro que algo de luz entrará en alguna habitación oscura de por ahí...
SEGUIRMOS JUNTOS, UN SOLO CORAZÓN...
Julian lo has hecho muy bien. Paula puede estar orgullosa de ti y tus hijos también. Mucho ánimo a los dos.
ResponderEliminarEstas son las pruebas y detalles que hacen seguir teniendo fe en el género humano. Ánimo para Paula que es una persona luchadora, fuerte, y a la que deseo toda la energia y fuerza del mundo. Y un Gracias enorme a los profesionales que cada día hacen honor a su trabajo y a las personas que cuidan. Adelante!!!!
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