ACEPTACIÓN
No es sinónimo de rendición.
Trás la depresión suele llegar un periodo de relativa tranquilidad, de aceptación de lo que está sucediendo.
Es más frecuente en enfermos que han vivido la vida con plenitud y compromiso, y que llegan a la muerte de una forma "madura", en paz. Se despiden de los suyos, arreglan asuntos pendientes,...
La aceptación implica "esperar a la muerte" y alejarse del mundo de los vivos.
En estos momentos el agonizante sí que mira de frente a la muerte, la aceptación es una etapa de progresión hacia otro modo de existencia, de nuevas percepciones. No se trata de una actitud pasiva. La resignación es pasiva, la aceptación es activa.
Para algunos pacientes la muerte puede llegar a ser una liberación, ya que la enfermedad ha supuesto un gran sufrimiento o su vida ha sido desdichada,...para otros supone el reencontrarse con sus seres queridos fallecidos,...para otros dejar de vivir una hermosa vida,...
La muerte es parte de la vida, pero es realmente difícil reunir el coraje para aceptarla. Es un proceso muy doloroso en el que a menudo se entremezclan depresión, angustia, duelo anticipatorio, miedo,... No nos han enseñado a enfrentarnos a la muerte.
"La aceptación hace que el hombre sea dueño de su propia vida, al contrario que la resignación. Y ser mi propio dueño, incluso en mi muerte, hará que sí muera con dignidad y en paz."
Reyes Zubiría
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