Este es el blog de un equipo de Cuidados Paliativos... trabajamos "a pie de cama", en el domicilio del paciente, en su espacio más íntimo y personal.

Todos los días hay un viaje distinto, duro, sorprendente, triste, emocionante... y con un final.

¿Nos acompañas?.



sábado, 31 de octubre de 2015

domingo, 18 de octubre de 2015

"éL"...


Teresa está diagnosticada de un carcinoma de colon a escasos centímetros del ano, en progresión. No llega a los cincuenta años.

Entramos en su casa y la encontramos recostada  en el sofá. “No me deja estar sentada, cuando lo intento no hace más que quejarse… duele con un dolor insoportable!”  Quien es él?
A veces se despierta de repente por la noche y tengo que levantarme y dar vueltas por la casa a ver si lo calmo”. Parece un extraño dentro de ella y claro que lo es, pero define la sensación perfectamente.
“Cuando va estreñido le doy verduras y unos sobres de laxante, pero le da igual… a veces hace y otras no.”
 “Sólo quiero que me deje vivir, que le calméis para que pueda disfrutar un poco de lo que me queda…”.




miércoles, 7 de octubre de 2015

#paliativosVisibles. Haz tu historia visible.



El Sábado10 de octubre se conmemora el Día Mundial de los Cuidados Paliativos. Y porque no es un día cualquiera queremos contar contigo para llamar la atención sobre la necesidad y el derecho de una atención integral al final de la vida.
La campaña que han lanzado desde World Hospice and Palliative Care Day aporta el lema "Hidden Lives / Hidden Patients" es decir “Vidas Ocultas / Pacientes Ocultos”.
Una manera de alinearnos en la campaña, el mismo grupo Paliactivos2.0 que el año pasado impulsamos junto a Secpal y Aecpal la campaña#maspaliativos14, este año queremos lanzar una nueva iniciativa.
Lo que os proponemos consiste en que en estos días previos y durante el día 10, nos expliques tus vivencias entorno a los cuidados paliativos. Para hacerlos más visibles. Sabemos que son muchas las historias que como anuncia el lema de  World Hospice and Palliative Care Day quedan ocultas, provocando que la necesidad de los cuidados paliativos quede oculta a los ojos de la sociedad.
Para ello te proponemos el hastag #paliativoVisibles para que con él nos expliques tus vivencias entorno a los cuidados paliativos. Vivencias como paciente, familia, como profesional o acompañante, te pedimos que publiques al menos un comentario en facebook,Twittergoogle + o tu red social favorita explicando o comentando tu vivencia.
Si lo deseas puedes hacerlo comentando en esta misma entrada de blog, o haciéndolo en tu propio blog. Creemos que la causa, merece, y mucho, la pena..., porque así como nos ayudaron a nacer, también necesitamos ser ayudados en el momento del adiós a la vida, y hay que visibilizarlo
Para ello ponemos a vuestra disposición una serie de material para ilustrar y para ser compartidos, bajo el hastag:
#paliativosVisibles
¿Qué son los cuidados paliativos?
Los cuidados paliativos constituyen la respuesta más adecuada para disminuir el sufrimiento de quienes se encuentran al final de la vida. Esta disciplina es fundamentalmente sanitaria, pero debe coordinarse también con otras políticas de tipo laboral, educativa o social.
Los cuidados paliativos, a grandes rasgos, consisten en una combinación de medidas como el control de los síntomas, la comunicación sincera, y la atención a la familia. Son más efectivos cuando se prestan desde equipos interdisciplinares especializados (médicos, psicólogos, enfermeras y trabajadores sociales, principalmente), aunque deben aplicarse por parte de cualquier profesional sanitario cuando la persona a la que atiende se encuentra en situación terminal.
Cada año, en España, más de 200.000 personas precisan cuidados paliativos en los meses previos a sui fallecimiento por cáncer u otras enfermedades. De ellos, aproximadamente 100.000 necesitarán la intervención de completos equipos, especializados en la atención al final de la vida, ya que su situación puede ser compleja de forma esporádica o permanente. Está demostrado que la intervención de los equipos de cuidados paliativos es altamente eficaz en la reducción del dolor, la disnea, las náuseas, la ansiedad, la tristeza y otros síntomas relacionados con la enfermedad en fase avanzada.
Se calcula que el 60% de los pacientes que fallecen por cáncer, y el 30% de los que fallecen por insuficiencias avanzadas de órgano o enfermedades neurodegenerativas, incluida la enfermedad de Alzheimer, precisan ser tratados por equipos de cuidados paliativos.
Se calcula que menos de un 50% de los pacientes que requieren acceso a equipos de cuidados paliativos consiguen ser evaluados por uno de estos equipos. Las dificultades en el acceso son mucho mayores para los pacientes con enfermedades no oncológicas, para las personas más jóvenes y para los niños.
En España existen más de 400 equipos de este tipo, aunque no se encuentran distribuidos de forma homogénea. En algunas Comunidades Autónomas la cobertura es más completa que en otras, y el acceso es más complicado para quienes padecen enfermedades diferentes al cáncer, o para los niños. Según algunos estudios, dos terceras partes de la población no conoce lo que son los cuidados paliativos ni sabe cómo acceder a ellos.
Este es uno de los motivos por el que queremos contar contigo. SÚMATE!

Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), Asociación Española de Enfermería en Cuidados Paliativos (AECPAL)  y Grupo PaliActivos 2.0

viernes, 2 de octubre de 2015

"SóLo" CuiDaDoS PaLiaTiVoS...


 
En el blog: Curar a veces, aliviar a menudo, consolar siempre, he encontrado esta perla tan de actualidad estos días en los medios, y no me resisto a compartirlo. También os animo a que visitéis el blog ya que tiene entradas muy interesantes.

Paliativos para Andrea

Ayer saltaba a una cadena de radio y hoy muchos medios se han hecho eco. Se llama Andrea y tiene 12 años. Sufre una enfermedad neurodegenerativa y está muy malita. Sus padres han pedido que se le retiren las máquinas que la mantienen con vida. El comité de ética lo aprueba. Y sus médicos, qué malvados, se niegan. Los medios hacen sangre. Es que cómo son los médicos.

A mí, acostumbrada como estoy a poner casi todo en tela de juicio, sobre todo si se ha convertido en una campaña mediática, hay muchas cosas que no me cuadran. Es raro que un médico se empeñe en una medida futil cuando un comité de ética le dice que la puede retirar. Es raro que un médico (más un pediatra) se empeñe en hacer sufrir a su paciente. ¿Habrá truco? Y leo (en una mininota de prensa sin ninguna publicidad, tan escondida que no he podido volver a encontrarla para citarla aquí) lo que estaba sospechando: Andrea no depende de máquinas que le mantengan sus funciones vitales. Su corazón y sus pulmones funcionan sin ayuda. Simplemente recibe alimentación, según sus médicos “por la vía menos invasiva”. Algo que, por cierto, autorizó un juez en julio.

Lo suponía. El debate de si la sonda de alimentación enteral es o no un tratamiento extraordinario (que se puede retirar) o un cuidado ordinario (que se debe mantener hasta el final) viene de lejos y dista mucho de estar resuelto. Y si sus médicos piensan que se les está pidiendo retirar los cuidados ordinarios tienen todo el derecho a la objeción de conciencia. Pero no es este el debate que quería plantear (si queréis, lo retomamos otro día).

El problema ahora no es ése.  El problema es el tono de la noticia. “Muerte digna para Andrea” se titulaba la primera noticia que leí. Hoy ya he visto a los del Derecho a la Muerte Digna entrar al trapo (manipulando lo que dice la ley de autonomía en sus declaraciones a 20 minutos, por cierto). Y a un político de la oposición aprovechando la coyuntura para prometer que aprobará la eutanasia si gana.

El problema es que esta gente (podéis incluir aquí a quien queráis) ha tergiversado hasta el infinito el concepto de muerte digna. Porque todos queremos que Andrea tenga una muerte digna. Sus médicos, sus padres, la sociedad. Y la muerte digna no es otra cosa que la que se vive bajo el paraguas de los cuidados paliativos. Pero, por desgracia, solo una minoría de los pacientes españoles tiene acceso a estos cuidados, menos aún si son niños.

No sé si Andrea necesita que le quiten la sonda porque no conozco el caso. Pero sí sé lo que no necesita: no necesita una campaña mediática más que polarizada, que seguro que influye (para mal) en la difícil toma de decisiones a la que nos enfrentamos, no necesita convertirse en icono de los del derecho a la muerte digna, no necesita aparecer en todas las tertulias televisivas (no, no he visto Espejo Público)… No necesita declaraciones oportunistas. Porque, para rematarlo, una política despistada ha pedido que los médicos revelen el dato clínico por el que no quieren retirar el tratamiento (sea cual sea, pues ella no habla de la alimentación) a la niña. Parece que no sabe lo que es el secreto médico, que obliga incluso aunque su custodia te suponga ser sometido a un juicio mediático. Un poco de sensatez, por favor.

Ya sabemos lo que Andrea no necesita pero entonces, ¿qué le ofrecemos? Mucho me temo que lo único que Andrea necesita es un grupo experto en cuidados paliativos pediátricos, formado por profesionales especialistas en control de síntomas, en toma de decisiones al final de la vida, en ética, en apoyo psicológico al paciente pediátrico y a su familia. Porque Andrea y su familia lo están pasando mal, y esta campaña no les ayuda nada. Y no es justo. Y es una pena, porque un grupo así es difícil de encontrar en nuestro país.
Creeré en las campañas “pro muerte digna” cuando les oiga defender el acceso universal a los cuidados paliativos. Creeré en los políticos que proponen debatir sobre la eutanasia cuando se hayan preocupado antes de que haya cuidados paliativos para todos. Mientras tanto, lo único que puedo hacer es compadecer a los padres de Andrea, que en medio de su enorme sufrimiento no parecen haber encontrado la ayuda que necesitan, compadecerme del sufrimiento de Andrea, que no sé si lo tiene. Y renegar de todos los que pretenden utilizar este caso para hacer campaña, llámense políticos, medios, organizaciones o lo que sea.

Ojalá encuentres pronto un paliativista que te devuelva la sonrisa, Andrea. Un beso.