Este es el blog de un equipo de Cuidados Paliativos... trabajamos "a pie de cama", en el domicilio del paciente, en su espacio más íntimo y personal.

Todos los días hay un viaje distinto, duro, sorprendente, triste, emocionante... y con un final.

¿Nos acompañas?.



jueves, 23 de marzo de 2017

La eSTReLLa Que MáS BRiLLa...

 
Mi querida Paula es consciente de que durante el proceso de su enfermedad, y quizás después también, escribir es una terapia que le ayuda a ViViR, a ella y a los que la leemos. Por eso hace unos días abrió un precioso y más que recomendable blog que se llama La estrella que más brilla. Aquí os dejo el enlace y la entrada de su presentación.
 
 
 
Me llamo Paula Cruz Gutiérrez. Nací en Mota del Cuervo, un pueblo de la provincia de Cuenca, en plena Mancha.

Siempre me ha interesado el mundo del arte, la música, la lectura y viajar.

Estudié Conservación y Restauración de Documento Gráfico así como Encuadernación Artesanal y trabajo desde el estudio que tengo en casa.  

Desde el mes de Julio del 2016 convivo con un cáncer de ovarios en un estadío 4. Con la enfermedad y todo su proceso he aprendido muchas cosas, intentando en todo momento quedarme con lo bueno de la situación.

Durante mi enfermedad he retomado la afición por escribir, como una especie de terapia personal. En los textos plasmo mis sentimientos y cómo voy afrontando la enfermedad, en aras de conseguir mi curación.

 
Y también escribo con la esperanza de que mis aprendizajes puedan ayudar u orientar a los demás.
Comenzaré publicando los textos por orden cronológico, aunque me consta que muchos de vosotros ya los habéis leído.
Gracias por acompañarme.
 
 
 
 

jueves, 16 de marzo de 2017

LaS SeCueLaS...

Hay pacientes que años después de haber superado la enfermedad siguen atados a ella sin superar las secuelas que les han quedado. No son conscientes de que lo más importante es que están vivos y de que las secuelas son tan sólo recordatorios de que debemos seguir viviendo.

Es cierto que algunas de ellas son muy importantes y que pueden llegar a limitarnos el día a día, pero no por ello debemos dejarnos arrastrar.

Creo que ésta opción se debe a que no han terminado de aceptar la enfermedad. Si eres una de esas personas, siéntate un día tranquilo/a, en silencio y aprende a aceptar tu situación, perdónate si crees que debes hacerlo y piensa que lo difícil ya ha pasado, que ahora es el momento de retomar tu vida y seguir delante de la mejor manera que consideres oportuno.

Si necesitas apoyo, búscalo, da igual que sea en un especialista o reuniéndote con gente que haya pasado por un trance semejante. Descubrirás que hay casos más leves y otros más difíciles que el tuyo y que como tú, lo han superado. Sal al exterior porque te ayudará a abrir la mente y no pensar sólo en “tu desgracia”.

Busca o retoma actividades que te gusten hacer, es la hora de ocuparse de uno mismo y disfrutar.

Sincérate, quiérete y céntrate en lo que has aprendido con tu experiencia, porque seguro que has aprendido muchas cosas, como que somos más fuertes de lo que en realidad nos creemos.

Ven y camina conmigo un rato, un tramo tan sólo y hablamos después. 
Mira la suela de mis zapatos, no están gastados y me viste correr. Bunbury


Caminad  o corred, pero seguros, sin miedo.


Paula Cruz


jueves, 9 de marzo de 2017

LoS aMiGoS...

 
Tal vez por mi timidez y por ser poco habladora, nunca he tenido una gran cantidad de amigos. Es cierto que por mi vida ha pasado mucha gente, amigos de verdad, conocidos y otros que siendo amigos tuve que dejar de lado por no ser demasiado convenientes para mi “salud mental”. Aún así todos me han enseñado algo.

Con el tiempo me fui quedando con aquellas personas que simplemente me querían por ser yo. Y aunque pueda parecer extraño, estas amistades oscilan entre los 30 y los 85 años. ¿Por qué tanta diferencia de edad? Pues simplemente porque todos a su manera aportan su granito de arena para construir mi camino.

Tengo un grupo de amigos que llevan conmigo media vida y otros que habiendo llegado más tarde, han decidido quedarse. Sobre ellos me apoyo y de ellos saco en muchas ocasiones la fuerza necesaria para seguir adelante. Gracias a su amor, a su apoyo, a su paciencia y su confianza infinita en mí. Saben que todo eso y más es recíproco y sé a ciencia cierta que lo seguirá siendo.

Me siento afortunada por tener gente a mi lado con  calidad humana. Gente especial, que me ofrecen todo lo que tienen sin pedir nada a cambio y sin hacer ningún reproche.

Son mi apoyo incondicional en éstos meses de enfermedad, con ellos me desahogo y recobro fuerzas.


Como dice Ariel Rot en unas de sus canciones:
Como un capitán extraviado y errabundo

vagando por el espacio en esta nave sin rumbo.

Entre estrellas y cometas vivo volando.

Entre estrellas y cometas siempre viajando.

 

Espero que sigamos viajando muchos años más.


Paula Cruz