Este es el blog de un equipo de Cuidados Paliativos... trabajamos "a pie de cama", en el domicilio del paciente, en su espacio más íntimo y personal.

Todos los días hay un viaje distinto, duro, sorprendente, triste, emocionante... y con un final.

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domingo, 4 de agosto de 2019

aHoRa No...


A María le gusta nadar. Durante muchos años ha acudido casi todos los días del verano a la piscina de su pueblo. Pero este año apenas ha podido ir un par de días. Un dolor intenso le impide bajar las escaleras de su casa hasta la calle… y ni pensar en nadar. Eso le duele aún más.

A finales de mayo su vida se puso del revés y le enseñó la otra cara. La cara en la que “ya hay poco que hacer aquí”. El encontronazo fue con un cáncer de pulmón con múltiples metástasis óseas. “No podía ni imaginármelo. Mientras iba de una prueba a otra, antes del diagnóstico, pensaba… no en mis hijos, ni en la gente querida, no, sólo pensaba… no me puede pasar nada malo ahora, ahora no, aún me quedan tantas cosas que hacer, tantos proyectos todavía...” 

“Sin embargo, cuando la doctora me dijo lo que había, me quedé quieta casi tranquila. Ella me repetía: me has entendido bien? Si, si.... No sé, lo acepté. Es lo que hay.”

A su casa se han trasladado su hijo y su mujer, que vivían dos calles más abajo. “Ahora tienen su piso para dormir la siesta… y esas cosas.” Conservan el sentido del humor que, según dicen, les ha hecho más llevaderas las situaciones complicadas, ya que sus vidas no han sido fáciles, incluido padre alcohólico, malos tratos y “… el rosario durante y después”.

María tiene 60 años y sonríe a menudo. “Este año no sabía qué hacer, si sacarme el bono de temporada para la piscina o sólo días sueltos tal como está el panorama. Al final lo he sacado de temporada… no sé si habré tirado el dinero.” Ellos se ríen, nosotras también mirándonos cómplices.

Lleva morfina a dosis altas como analgesia basal, pero en las crisis de dolor toma un analgésico que no es efectivo, a pesar de ir aumentando dosis, y que sin embargo si incrementa sus efectos secundarios de manera proporcional.

Proponemos una vía subcutánea, de fácil manejo para su hijo en el domicilio, en momentos de irrupción del dolor. Sonriendo él le dice al final, “ya lo tenemos mamá, ya lo he entendido!” Por supuesto dejamos el teléfono y nos iremos hablando para saber si es efectivo o tenemos que cambiar de plan.

Pasa el fin de semana, nos llamamos el lunes a primera hora… El domingo bajó a la piscina!!




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