Este es el blog de un equipo de Cuidados Paliativos... trabajamos "a pie de cama", en el domicilio del paciente, en su espacio más íntimo y personal.

Todos los días hay un viaje distinto, duro, sorprendente, triste, emocionante... y con un final.

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martes, 26 de diciembre de 2017

SaBeN, BaiLaN, SaBeN,...

Juana tiene 80 años y una inquebrantable fe en Dios, “desde que era niña y estudiaba el catecismo,… nunca me he planteado que hubiera otra forma de vivir”. Nos mira como esperando nuestra aprobación, y desde luego recibe de vuelta todo nuestro respeto.

Padece, además (motivo por el que estamos sentadas en el borde de su cama), un cáncer vesical que afecta a uretra y fistuliza a su vagina, creándole un “malestar indefinible ahí abajo. Si soy soltera y estoy entera… por qué a mí?”.

La soledad la ha acompañado toda su vida, y desde el diagnostico, hace 6 meses, la comparte con la de su hermano, sacerdote jubilado que no nos quita el ojo de encima durante toda la visita. Como en muchos casos, en un afán de protección, no le ha dicho a la paciente lo que ocurre de verdad, ni lo avanzado de su situación ya terminal. Nos lo ha avisado en el rellano de la escalera, antes de entrar. "No le digáis lo que tiene, se hundiría... no sabe nada."

No sé si desconfía de nosotras o, por el contrario, no se imaginaba una visita de estas características. Para bien o para mal, nosotras seguimos a lo nuestro.

Si ella pregunta, utilizaremos sus palabras para definir el proceso hasta donde ella llegue, despacio, con tiento y con tiempo. Si no lo hace, tantearemos los alrededores. Bailaremos a su compás, como siempre. Y, como siempre, supone un reto más. Nos obliga a utilizar diversos recursos, lenguaje verbal y no verbal.

Hoy sonaba ritmo de jazz, así que hemos improvisado sobre la marcha, intentando no movernos de la escala de sol.

Antes de irnos, al acercarnos para decirle adiós probablemente por última vez, nos ha dicho bajito, para que su hermano un poco sordo no la oyera: Esto se acaba, es el final. Lo noto aquí adentro, algo se va muriendo un poco cada día. Sin embargo estoy muy tranquila, siento paz y me dejo llevar… no es tan desagradable. Pero no se lo digáis a mi hermano, va a sufrir mucho… él no sabe nada.”

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2 comentarios:

Celia Berrocal dijo...

Ufff!!! Bravo!!! Palabras perfectas que reflejan las situaciones y conversaciones diarias!!! Felicidades como siempre por vuestro Blog. A por un año lleno de buenos momentos!!!

Violeta (Pilar Lázaro) dijo...

A por ese año vamos!!! Gracias Celia y un besazo!!!