La mentira casi nunca es necesaria. Pueden encontrarse fórmulas no irreversibles de aproximación a la verdad, aunque no sea "total", aunque sea pospuesta y ampliable más adelante. El contrario de la verdad cruel no es la mentira piadosa. Es la verdad la que debería ser lo más piadosa posible, y lo será en la medida en que sea adaptada, escalonada, respetuosa. La verdad es amplia y multiforme y permite moverse en ella. La mentira, en cambio, es concreta y puede encadenar definitivamente.
Una cosa es mentir y otra callar la verdad, esperando el momento oportuno de manifestarla, de ir dándola progresivamente.
La verdad es el antídoto del miedo. La verdad libera, nos hace libres y autónomos. Lo terrible y conocido es mucho mejor que lo terrible y desconocido.
Marcos Gómez Sancho
"La seguridad del diagnóstico le había provocado, era increíble, una sensación de alivio, pero también la necesidad de estar solo, algo así como una ansiosa curiosidad por disfrutar de la nueva certeza....Mariano sonreía, y no era la suya una sonrisa amarga, resentida, sino (por primera vez en muchos días) de algún modo satisfecha, conforme."
Mario Benedetti
No hay comentarios:
Publicar un comentario