Este es el blog de un equipo de Cuidados Paliativos... trabajamos "a pie de cama", en el domicilio del paciente, en su espacio más íntimo y personal.

Todos los días hay un viaje distinto, duro, sorprendente, triste, emocionante... y con un final.

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miércoles, 1 de agosto de 2018

Me SaLVa...


Es una casa de tres. Tres sillones, tres sillas en la cocina, tres dormitorios. Tres personas… una historia. Los padres mayores y un hijo que apenas levanta la vista del suelo durante toda la visita y al que las palabras parecen quedársele en la punta de la lengua, diáfanos los sentimientos y áspero apoyarlos en las palabras.

El padre sentado en un sillón reclinable, con una palangana al lado, en el suelo. Ella sujetando un pañuelo, solícita y pendiente del mínimo gesto de él. Al fondo, en la penumbra con las manos cubriendo su cara, el hijo. Concha lleva el peso de la conversación y de su familia.

No ha sido una vida fácil, “no quiero amargarles el día ni entretenerlas”. Su marido padece un cáncer de pulmón con metástasis cerebrales. “Hay ratos tranquilos y otros en que se pone como un energúmeno. La verdad es que siempre ha sido así, ha vivido como si estuviera soltero. No sabe lo que he tenido que tragar… bebía, se ha gastado el dinero a manos llenas, y yo… bueno ya se imaginará… no hace falta que le cuente más. A otras les da por llorar, por salir,… a mí me dio por limpiar”. Mientras habla mira a su hijo que difícilmente contiene las lágrimas.

Qué haces durante el día?, Algún ratito tendrás que salir a que te dé el aire, le preguntamos.

“Yo no quiero salir de casa, no quiero irme de su lado… por si me necesita. Es mi obligación y no quiero vivir con esa culpa cuando él ya no esté.”

Sabe lo que me salva a mí? El programa ese de por las tardes. No podían haberle puesto mejor nombre. Es como si un grupo de amigas vinieran a casa a pasar la tarde. Ese programa me anima, me entretiene,… me salva.” 

Cada domicilio es un mundo, una historia hecha de retales que se unen para hacer ese vestido con el que transitas por la vida. No siempre es el mismo, depende de lo que toca vivir en ese momento.

"Gracias por escucharme, lo necesitaba,... y no todo el mundo está dispuesto."

Pues es una pena!





2 comentarios:

Unknown dijo...

Como bien dices cada domicilio es un mundo.
Y los visitantes no podemos nunca cuestionarlo.
debemes saber escuchar y estar a su lado

Violeta (Pilar Lázaro) dijo...

Totalmente de acuerdo. Escuchar y estar cerca, ahí al lado. Sin juzgar. No es fácil, pero cuando lo aprendes eres capaz de aplicarlo en cualquier momento de tu vida.