El médico procedió a hacer un resumen con brillantez, después de lo cual miró a su paciente por encima de los lentes, con expresión triunfante, casi alegre.
Iván Ilich dedujo de aquel resumen que estaba bastante grave y que todo aquello le traía sin cuidado al médico y probablemente también a todos los demás. Este hecho impresionó dolorosamente a Iván Ilich, provocando en él un profundo sentimiento de compasión hacia sí mismo y de un gran rencor hacia aquel médico, indiferente ante un problema tan grave.
Sin embargo, no hizo ningún comentario; se levantó y poniendo el dinero en la mesa, suspiró diciendo: “probablemente, nosotros, los enfermos, les hacemos a ustedes preguntas inoportunas. Pero, dígame, ¿es grave mi enfermedad?”.
“La muerte de Iván Ilich”, L. Tolstoi.
Los profesionales del equipo deben estar muy atentos a la solicitud de información por parte del enfermo, para poder dar la respuesta adecuada a dicha demanda. Si no se le da una respuesta, lo intentará algunas veces más, pero si continua sin recibirla, no volverá a intentarlo y se encerrará dentro de sí mismo, siendo posteriormente más difícil restablecer la comunicación con él.
M. Gómez Sancho
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