Qué gran oportunidad poder “eNSaNCHaR La ViDa”, como dice
Migueli, ya que al final no podemos alargarla. Pero para eso hay que estar allí,
mirando a los ojos, rozando la piel y asistiendo en silencio y con respeto a ese
periodo de la vida en que la biografía de un ser humano escribe sus últimas
líneas.
Cuerdo como jamás en su vida y asumiendo no querer sufrir más
de lo necesario para poder ViViR hasta el final. Porque ViViR hasta el final no es sobrevivir
a duras penas, con sufrimiento intenso, ni tampoco morirse de cualquier manera.
Aún con una atención de calidad que controle sus síntomas, tanto
físicos como emocionales y espirituales, la evolución de la enfermedad podría conducirnos, en caso de que no
sea posible un buen control con todas las técnicas a nuestro alcance, a la sedación paliativa o
terminal (no es lo mismo), que difiere mucho de la eutanasia de la que hoy, 8
de mayo, se habla tanto.
1 comentario:
Me he quedado con la siguiente frase: "ViViR hasta el final no es sobrevivir a duras penas, con sufrimiento intenso, ni tampoco morirse de cualquier manera. ". Creo que esa frase resume perfectamente lo que son los cuidados paliativos: aliviar el dolor y proporcionar una muerte digna apoyando a la persona y su familia hasta el último momento e incluso después de ello.
Felicitaciones por la página.
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