Este es el blog de un equipo de Cuidados Paliativos... trabajamos "a pie de cama", en el domicilio del paciente, en su espacio más íntimo y personal.

Todos los días hay un viaje distinto, duro, sorprendente, triste, emocionante... y con un final.

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miércoles, 30 de septiembre de 2009

si,...hay días...


Si, compañera, hay días en que la sensatez se cae de la percha, en que las palabras no sirven, en que el silencio y el tacto son la sintonía que une los corazones, en que te es tan fácil ponerte del otro lado que el nudo en el estómago es marinero y las lágrimas se quedan en el borde.

Hoy V. se ha despedido llorando en el rellano, completamente solo, como un niño al que le han robado el alma, su razón de ser y de existir, su amor de toda la vida. Porque, aunque raros, aún existen amores de toda la vida.

Dentro, en casa, ausente de todo lo que le rodea y sin dejar de pronunciar el nombre de él continuamente, como si fuera la última estela de memoria que le sujeta todavía a algún lugar que desconoce pero que intuye seguro, está la mujer que ha sido su vida entera.

V. ha vuelto a casa, ha cerrado la puerta y se ha enfrentado un día más al desastre, al desmoronamiento paulatino de su vida, con el que lleva conviviendo ya varios años.

El impermeable del que hablas, aunque ya tiene unos añitos, sigue siendo poroso y te mojas a menudo.

3 comentarios:

C.S. dijo...

... sin duda compañera, hoy ha sido un día duro.

Anónimo dijo...

bueno, si hoy ha llovido a cantaros... igual mañana hace sol y si no... pues a mojarse debajo de la lluvia no se está mal, se refrescan ideas

Kelevra dijo...

Todos los impermeables tienen agujeros, las corazas se agrietan, y los escudos se doblan, nada aguanta todo. Gracias a Dios, tenemos unos sentimientos que rajan y rompen las defensas que tratamos de ponernos, porque sentir, para bien o para mal, nos hace humanos, y aunque a veces duele, las victorias se valoran el doble cuando primero se ha sufrido la derrota.

PD: Sí, los amores de toda la vida existen, no son una leyenda urbana, aqnque más bien los llamaría, cariño eterno.