En el magnífico blog Un Rayo de Esperanza, de Virginia Ruiz hay entradas muy interesantes. Hoy os transcribo esta, que me
parece preciosa.
Hay Vida Después del Cáncer?
La respuesta es un rotundo sí. El cáncer significa un antes y
un después para la vida de muchos de los enfermos. Marca una diferencia porque
te coloca psicológicamente en una posición de máxima vulnerabilidad o
fragilidad ante la vida. Cambia tu perspectiva, tus valores, la propia visión
que te habías marcado acerca de tu propia existencia. Al principio todo gira en
torno a la enfermedad, las pruebas médicas,
los tratamientos y los resultados derivados de ellos. Una vez superado
el trance, toca recuperar la normalidad. Te conviertes en un superviviente de
cáncer.
La palabra superviviente me gusta. Sobrevivir puede definirse
como vivir después de la muerte de otra persona, después de un determinado
plazo o después de un determinado suceso peligroso. También significa superar
una situación difícil, arriesgada o dura. Personalmente me quedo con la
segunda, pues implica ese reto alcanzado.
Gracias a los avances terapéuticos alcanzados en los últimos
años y a una mayor concienciación del autocuidado por parte de los pacientes,
estamos asistiendo a un escenario con un número importante de pacientes
curados. Ello se traduce en la presencia de un mayor número de pacientes
supervivientes de cáncer y sobretodo de largos supervivientes.
Se describen básicamente tres etapas en la supervivencia del
cáncer:
1.- Supervivencia aguda:
Vivir con cáncer.
Es el período que comienza desde el diagnóstico hasta la
finalización del tratamiento oncológico.
2.- Supervivencia
extendida: Pasar el cáncer.
Es el período que va desde la finalización del tratamiento
hasta la curación
3.- Supervivencia
permanente: Después del cáncer.
Es la fase de curación o supervivencia prolongada tras la
obtención de la remisión de la enfermedad.
Esta nueva situación representa un nuevo desafío para todo el
colectivo médico. Toda vez que ya hemos conseguido esa ansiada y buscada
curación combinando de mil formas diferentes el arsenal terapéutico disponible
en la actualidad, se nos presenta la oportunidad de dar un paso más. Es lógico
pensar que los supervivientes demanden tratamientos específicos para combatir
las toxicidades y secuelas que en ocasiones se derivan, amén de aprender a
convivir o sobrellevar algunas de ellas (por ejemplo, las cicatrices).
Se nos plantea no sólo añadir años a la vida, sino vida y
sobretodo calidad de vida a los años de supervivencia. Se estima que cada año
habrá unos 100.000 nuevos supervivientes de cáncer en España. No se trata pues
de una cuestión baladí. Se trata de una situación que exige en esfuerzo extra
interdisciplinar. Se abre así un nuevo campo de desarrollo en la Oncología y
que no es otro que la creación de nuevas estrategias que favorezcan la calidad
de vida de los supervivientes que van desde los cuidados de la piel y las
mucosas, la astenia o el cansancio, la infertilidad o las disfunciones
sexuales, el deterioro cognitivo o problemas de memoria hasta el soporte
emocional, psicosocial o de reinserción a la vida laboral.
Hagamos lo posible por entender esta realidad y hacer lo
posible por procurar la necesaria y saludable normalización de las vidas de los
supervivientes de cáncer.
1 comentario:
Gracias por la mención y referencia. Un placer estar presente en tu blog. Un abrazo!!
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