Este es el blog de un equipo de Cuidados Paliativos... trabajamos "a pie de cama", en el domicilio del paciente, en su espacio más íntimo y personal.

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viernes, 24 de octubre de 2008

Principios en el uso de aNaLGéSiCoS. I


El otro día hablamos sobre la escalera analgésica, bien... una vez que tenemos los fármacos en la mano, necesitamos unas instrucciones básicas para su manejo. Es decir que la escalera analgésica hay que subirla de una forma elegante y ordenada. Así que hoy hablaremos sobre nuestro "manual de instrucciones" en el uso de analgésicos. Iremos "gota a gota" poniendo un poquito cada vez, vale?. Hoy los tres primeros.


Cuando el enfermo dice que le duele, quiere decir que le duele.

Es decir, que lo primero que tenemos que hacer es creer al enfermo. Con demasiada frecuencia infravaloramos el dolor que el enfermo refiere. Nosotros no estamos para juzgar al enfermo sino para aliviarle.


El uso de los analgésicos, debe formar parte de un control multimodal del dolor.

Aunque los analgésicos son el eje del tratamiento del dolor en los enfermos de cáncer, siempre deben ser administrados dentro del contexto de "cuidados globales", de "atención integral" al enfermo, prestando mucha atención a las necesidades psicológicas del paciente, escucharle y hablarle (la morfina enviada por correo no es tan efectiva).


Su uso debe ser simple.

Los 3 analgésicos de base, son la aspirina, la codeína y la morfina. Los otros son alternativas con los que, sin embargo, se debe tener familiaridad. Es mejor conocer bien pocos fármacos, que tener un conocimiento superficial de todos los disponibles. Se puede, y con frecuencia se debe, mezclar analgésicos periféricos (aspirina) con analgésicos centrales (opioides). Actúan por mecanismos de acción diferentes y potencian sus efectos analgésicos. No se debe, sin embargo, mezclar nunca dos analgésicos opioides. Algunos son compatibles entre sí (por ejemplo, codeína y morfina). Sin embargo, es farmacológicamente absurdo utilizarlos juntos. No tiene ningún sentido y hace difícil su dosificación. Pero es que en muchas ocasiones son incompatibles entre sí (por ejemplo, morfina y pentazocina, morfina y bupremorfina), anulando uno el efecto del otro. Por eso lo mejor es no mezclarlos nunca.


(...continuará). :)


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