Este es el blog de un equipo de Cuidados Paliativos... trabajamos "a pie de cama", en el domicilio del paciente, en su espacio más íntimo y personal.

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domingo, 26 de abril de 2009

Hace casi cinco años que Susan Sontag murió. Llevaba treinta luchando contra diferentes tipos de cáncer y nunca, hasta el insoportable final, bajó los brazos. Su hijo, el también escritor David Rieff reconstruyó en «Un mar de muerte. Recuerdos de un hijo»  los últimos meses de la lucha que su madre sostuvo contra la enfermedad, tema al que Sontag había dedicado algunas de sus más brillantes y lúcidas reflexiones:

«A todos, al nacer, nos otorgan una doble ciudadanía, la del reino de los sanos y la del reino de los enfermos. Y aunque preferimos usar el pasaporte bueno, tarde o temprano cada uno de nosotros se ve obligado a identificarse, al menos por un tiempo, como ciudadano de aquel otro lugar».







De reciente publicación en castellano (Debate), el último libro de David Rieff, participante de Kosmopolis 08, es un relato conmovedor sobre el último viaje de una de las escritoras más importantes del siglo XX.


A la edad de 70 años, a Susan Sontag le fue diagnosticado un tipo muy agresivo de cáncer. Era la tercera vez en 30 años que le diagnosticaban esa enfermedad y por desgracia no la pudo superar. Su hijo, David Rieff, la acompañó hasta el final, y en este último libro describe, con un relato desgarrador y descarnado, el momento, los testimonios, incluso el lenguaje.


La enorme fuerza vital de Susan Sontag la ayudó a superar un cáncer de mama devastador en 1975. Posteriormente, superó una leucemia pese al pesimista pronóstico de los médicos. Rieff, quien reconoce que por aquel entonces no mantenía una estrecha relación con su madre, admite que Sontag nunca se resignó a la idea de morir y, rechazando del tono condescendiente de los médicos que tanto la irritaba, se aisló en su apartamento de Nueva York, en el que vivió preocupada, infeliz y obsesionada por su enfermedad agarrándose a la más diminuta esperanza.


Entre la memoria y la investigación, este libro es un tributo a su madre. El testimonio que nos deja Rieff es valiente, apasionado e implacable. Desde que le diagnostican la enfermedad hasta su muerte, Rieff muestra un retrato profundo de la relación madre-hijo y realiza una reflexión acerca de cómo nos enfrentamos a la muerte en nuestra cultura, analizando lo que significa ayudar a alguien que lucha por la vida y que, cuando esa lucha se pierde, cómo ayudar a morir con dignidad.

1 comentario:

ESteFaNia dijo...

me lo leo ...seguro!!.Ya lo comentamos...