Querido Antonio, te has ido en silencio,
como silenciosa ha sido tu vida.
Ya estás en el país de la Gloria...
¿Para qué hacer preguntas?
Desde ahora tu morada es el descanso,
tu vestido, la luz para siempre.
Paz y silencio...¿qué sabemos nosotros?
Silencio y paz, se acabó el combate.
Ya no habrá para ti más lágrimas,
ni llanto ni sobresaltos.
El sol brillará para siempre sobre tu frente,
y una paz intangible asegurará definitivamente
tus fronteras.
Silencio y paz...y también encuentro,
con unos padres que te precedieron en el tiempo,
y ayer salieron a tu paso
para acompañarte en éste, tu destino eterno.
Silencio y paz...y el recuerdo imborrable y real
de una vida, la tuya,
prudente, sencilla, silenciosa, abnegada, cariñosa
y, ante todo, servicial.
Amparo (28-04-09)
2 comentarios:
PRE-CIO-SO...!!!
Claro que los acompaño!
Muchas gracias Karen...
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