Ya hemos hablado del dolor y de la escalera analgésica de la OMS. Nos adentraremos un poco más e iremos a su abordaje terapéutico en los cuidados paliativos del paciente terminal.
Para un buen tratamiento del dolor es indispensable identificar la causa del dolor:
- el 80% de los pacientes tienen más de una localización dolorosa.
- si el dolor se debe a causas distintas, precisa distintos tratamientos.
A tener en cuenta:
Prescribir los analgésicos de forma pautada, a horas fijas. Dejar siempre analgesia de rescate para control del dolor irruptivo o episódico.
Escuchar siempre las quejas del paciente, si dice que le duele es que le duele.
No suspender nunca el tratamiento para el dolor si el paciente entra en situación de agonía.
En un paciente inconsciente, los quejidos por si solos no indican necesariamente dolor.
Prevenir los efectos secundarios indeseables de los analgésicos, de ello puede depender que el paciente siga o abandone el tratamiento.
Tratar otros sintomas que alteran la percepción del dolor (el insomnio es prioritario, ansiedad, miedo,..)
El uso de fármacos coadyuvantes es muy, muy habitual.
Olvidarse de la frase "no hay nada más que hacer".
Los síntomas van cambiando a medida que evoluciona la enfermedad, por eso es necesario:
REVISAR, REVISAR Y REVISAR
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