Este es el blog de un equipo de Cuidados Paliativos... trabajamos "a pie de cama", en el domicilio del paciente, en su espacio más íntimo y personal.

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miércoles, 10 de diciembre de 2008

La peli de hoy... extraña pero con su "puntito".







Emma vive en la granja de sus antepasados.
A Max le acaban de informar de que le queda muy poco tiempo de vida (tiene un cáncer de páncreas).
Una noche lluviosa, el coche de Max se estrella contra la granja de Emma. Max sólo sabe que tiene los días contados, pero en realidad lo desconoce todo sobre la muerte.
Para Emma, la muerte forma parte de su existencia, pues ella misma mata piadosamente a los cerdos que amorosamente cría.
 Y Emma y Max deciden compartir sus vidas...

Según he oído siempre, el verde es el color de la esperanza. La Real Academia Española de la Lengua define como verde todo aquello que sea “de color semejante al de la hierba fresca, la esmeralda etc.”.
La suerte de Emma es, sin duda, una película en verde:
Verde porque se desarrolla en el campo;
Verde porque aunque hay una fecha señalada para la muerte, también existe la ilusión de vivir felizmente el tiempo que queda.
Si bien toda la película destila momentos especiales, me parecen especialmente reseñables los siguientes momentos:
La primera vez que vemos cómo Emma mata a uno de los cerdos. Para ello se dirige a un lugar especial de la granja, un prado con un enorme árbol. Allí, bajo su sombra, Emma colma de besos y caricias la cabeza y el cuerpo del animal. Cuando comprueba que éste se encuentra tranquilo, empuña un afiladísimo cuchillo que tiene escondido entre la paja y le corta el cuello sin que la bestia emita un solo gemido. Mientras se desangra, Emma no para de hablar, besar y acariciar al animal.
Las dos lágrimas que corren desconsoladas por las mejillas de Max cuando el médico le comunica la mala noticia.
La primera vez que Max observa, remedando nuestro propio asombro, cómo Emma mata a los cerdos.
Emma le dice:
“cuando mi abuelo hacía la matanza, los ataba de una cuerda y los sacaba arrastrándolos..., era horrible..., ellos se resistían y no paraban de chillar porque sabían lo que les iba a pasar..., se tiene más miedo a saber que se va a morir que a la propia muerte...”.
La imagen de Emma llevando, en sus fuertes brazos, el débil cuerpo de Max. Se dirigen a ese lugar especial de la granja, bajo la sombra del enorme árbol...



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