Se puede aceptar la
muerte, pero nadie puede aceptar el dolor profundo y devastador. El dolor
intratable es como el infierno, sin escapatoria, sin esperanza. Cuando no se ha
experimentado el dolor más lancinante y profundo, es imposible imaginar la
agonía de un paciente, al igual que es imposible comprender que un tiempo sin
dolor, por corto que sea, puede representar la felicidad más extrema.
Lars Lezssell,
Brain Fragment, 1992.
… El día que se me apareció la otra señora Smith en el
Hospital de Día estaba yo por la cuarta quimio, camino del abismo, la
atomización completa y la mutación zombi. Era mediodía, cuando ya está la sala
llena y entra toda rampante, de minifalda y taconazo, “ole tus ovarios, mujer
tenías que ser”. Es una mujer de mediana edad, esto es ni joven ni vieja, o sea
como yo mismamente, que se sienta a mi lado, y pienso “pues mira qué bien”…
Todos los enfermeros la conocen, así que es una veterana, deduzco; ya tiene
pelo y no está en los puros huesos ni hecha una bola de cortisona. Como dice el
trending topic de los tópicos del
cáncer: “nadie lo diría, está estupenda”…
Y resulta que llevamos la misma carrera, mamas multiquísticas,
mamografías que no dan positivo, punciones en los globos no correspondientes,
visita a la consulta del Dr. No y de allí a la Unidad de Mama del Hospital,
vuelta al diagnóstico negativo, con su correspondiente “eso no es nada” y al
final, sin teta, sin ganglios, quimio, radio y tratamiento hormonal…
… La señora Smith corre sola la carrera de fondo, porque es
muy difícil compartir esto con nadie, porque la gente hace ruido, porque las
amigas alborotan, porque las parejas no pueden con la desintegración mental, la
laxitud y la tremenda fatiga… Me habla de la psicóloga de la Unidad de Mama, me
dice: “vete a verla, así te desahogas”. Ya me veo a mi misma abriendo la bocaza
de dragona y vomitando un líquido verde lleno de sapos y culebras cayendo en
cascada sobre sus notas y chorreando bilis por el respaldo de su freudiano
sofá.
… No es fácil seguir el paso, no es fácil seguir corriendo
sin parar… Y cansa mucho, porque las que corremos con el canceroso dorsal, no
podemos fingir un empuje que no tenemos, fajando todo el tiempo, y necesitamos
todo el aliento para seguir vivas y llegar triunfantes a una meta que no se
atisba por ningún lado.
… Yo le pregunto: “Odias?, Sientes una envidia feroz de todos
y todas?
… Hoy es el puto Día Internacional del Cáncer de Mama… Lo
único aceptable que oigo hasta ahora es: “Cuando a una paciente de cáncer le
dices “qué buena cara tienes”, nosotras pensamos: “es que el cáncer no lo tengo
en la cara”.
… Que no te nieguen, que te entiendan, que te reconozcan
también es medicina.
TÓPICO DE CÁNCER. Manual de supervivencia.
Susana Koska