La Organización Médica Colegial (OMC) lanzó hace unos días la 'Guía de Sedación Paliativa', un documento de buenas prácticas cuyo objetivo es "quitar el miedo" que tienen muchos médicos a proporcionar esta atención a sus pacientes, bien por ignorancia o por la falta de normas que sigue habiendo en España, tras paralizarse la denominada ley de atención al final de la vida o ley de muerte digna.
Esta guía, elaborada durante dos años en colaboración con la Sociedad Española de Cuidados paliativos (SECPAL) y aprobada por la Asamblea General de la OMC, precisa aspectos como qué tipo de pacientes deben recibir estos cuidados, cuándo deben recibirlos, los fármacos y dosis a utilizar y qué hacer si surge alguna duda.
Según el presidente de la OMC, el doctor Juan José Rodríguez Sendín, esta guía viene a suplir, a efectos prácticos, la falta de una ley nacional sobre cuidados paliativos y es, desde el punto de vista ético, "de obligado cumplimiento para todos los profesionales".
Dice que los médicos ya han pedido a todos los partidos políticos, de cara a las elección del 20 de noviembre, que se retome la ley de cuidados paliativos. Asegura Rodríguez Sendín que "volverán a la carga" con esta exigencia, pues creen necesaria una ley nacional.
"Necesitamos una ley nacional porque no creíamos que esto fuera un asunto de fronteras sanitarias, creemos que es algo que el Estado debe decidir para todos los españoles con carácter de igualdad, de equidad, que de derechos a todos los ciudadanos españoles", afirma.
UN PROYECTO DE LEY "QUE NO LLEGÓ A NADA"
En este sentido, ha criticado que el proyecto de ley de cuidados paliativos haya levantado "tanto alboroto", para después "no llegar a nada" y echa la culpa de eso a los políticos, quienes "complican las cosas en exceso cuando se quieren divertir".
Considera que, en la práctica de esta atención específica, "hay seguridad jurídica siempre que las cosas se hagan bien". No obstante, apunta, este documento quiere "dar, desde la perspectiva profesional, más seguridad a aquellos médicos que hacen lo que deben hacer".
"Ningún juez se atrevería a llevarnos (a la OMC) la contraria con lo que hemos aprobado", señala el doctor Rodríguez Sendín, quien adelanta que la OMC defenderá a cualquier profesional que, cumpliendo las recomendaciones de esta guía, tenga problemas con la justicia.
A su juicio, quienes impiden que estas prácticas adquieran el rango de normales y se practiquen como tales son los mejores colaboradores para que un día la eutanasia se instale en España".
"La mejora manera de luchar contra los deseos de muerte que pueda tener un paciente es que no los tenga, la mejor manera de luchar con las familias que pidan la regulación de la eutanasia es que no vean que alguien muere con dolor. Luego, la solución está en los médicos", asevera.
IGNORANCIA Y MIEDO ENTRE LOS PROFESIONALES
Considera que, contra la "ignorancia" y los "miedos atávicos" que existen en la sociedad --también entre los médicos-- sobre los cuidados paliativos, "la solución es la formación, meter los cuidados paliativos en los estudios de pregrado, convertirlo en algo normal".
"Muchos pacientes mueren con dolor, ansiedad y sin el apoyo emocional necesario. Los médicos queremos convertir la sedación en la agonía en una práctica normal, de uso cotidiano, si se cumplen los requisitos de buena praxis", asevera.
Según el doctor Marcos Gómez Sancho, presidente de la Comisión Central de Deontología de la OMC, profesional que lleva más de 20 años en la Medicina Paliativa, "cerca del 20 por ciento de los pacientes al final de la vida deberían recibir cuidados paliativos, por presentar uno o varios síntomas refractarios a los tratamientos".
"Un ejemplo de síntoma refractario es la disnea o la falta de aire, que requiere sedación urgente", apunta este experto, enumerando otros de estos síntomas, como pueden ser el 'delirium' hiperactivo, las nauseas o vómitos, el dolor o la hemorragia masiva, "siempre que no hayan respondido a los tratamientos indicados".
"NO CABE LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA"
A su juicio, ante estas situaciones "no cabe la objeción de conciencia", porque en realidad la obligación ética del profesional es proporcionar estos cuidados al paciente y en las mejores condiciones, es decir, en su casa o en un lugar con privacidad, de forma planificada y administrados por su médico habitual.
Según el doctor Javier Rocafort, presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), unos 250.000 pacientes y entre 750.000 y un millón de personas, contando familiares directos, podrían estar implicados en situaciones que requieren estos cuidados.
Sobre la posibilidad de que los recortes sanitarios en Cataluña puedan afectar a los cuidados paliativos, Rocafort ha dicho que, a día de hoy, estos cuidados deben ser "una auténtica prioridad" y que recortarlos o suprimirlos "afectaría a otros servicios", saturándolos. "Hacer las cosas bien es lo más barato", concluye.