Este es el blog de un equipo de Cuidados Paliativos... trabajamos "a pie de cama", en el domicilio del paciente, en su espacio más íntimo y personal.

Todos los días hay un viaje distinto, duro, sorprendente, triste, emocionante... y con un final.

¿Nos acompañas?.



viernes, 24 de junio de 2016

Finales suaves

Hoy voy a compartir un pequeño-gran tesoro. Llegó hasta mis manos el otro día y pensé que cosas como esta hay que compartirlas. Así que me puse en contacto con su autora (estas cosas hay que hacerlas bien) y a través de un mensaje y escrito con mayúsculas me dijo que "TIENES MI PERMISO".
MIL GRACIAS Montserrat Villanueva!!. (Por cierto es ENFERMERA)


Vida, sobre todo VIDA se aprende, se comparte y se cuida en paliativos. 
Por causalidades de la life comencé mi carrera profesional en una planta de hemato-oncología infantil. A las dos semanas de trabajar allí, fallecía uno de mis nanos de Onco. Entonces las enfermeras aún amortajábamos. Ya entonces sentí algo que sentiría muchas veces más... Podemos cuidar hasta "el último aliento". Y eso es un privilegio. Aprendí también sin saber muy bien por qué, lo fácil que me resultaba estar ahí. En los finales. Y sentir la vida con toda su intensidad. En seguida emergió en mi la curiosidad. La necesidad de poner el máximo esfuerzo cuando aparentemente "ya no queda nada por hacer". Y sí, aparentemente porque lo real es que podemos hacer muchísimo!! También surge la certeza de que como profesionales tenemos una prioridad más allá de curar: Evitar el sufrimiento.  
Paliar es darle cauce a la vida que se escapa sintiendo que es tal y como la persona que cuidas lo desea. Hay una belleza intrínseca que surge de una aproximación necesaria. Conoces a tu paciente, ya no a su enfermedad, a lo que lo mata. Conoces su vida, su forma de sentir, y el trabajo se convierte en conservar su dignidad, en saber cómo esa persona quiere irse. No tenemos que entenderlo, ni aprobarlo, simplemente conocer la belleza de lo que significa para él. A veces incluso casi cumplimos deseos. Es un trabajo espectacularmente hermoso, este, el de los finales. Porque la vida frágil es más humana. Y porque tenemos la oportunidad de estar en un dolor ajeno y abrazarlo.
Incluso en los servicios no especializados pero donde las condiciones implican finales como ahora con los abus, ya hacemos cuidados paliativos. Cuando un Abu entra en cuidados paliativos, cambiamos el chip. Y uno trabaja por finales suaves. Porque la vida debe irse así... En la suavidad de un abrazo largo. 
No, no somos de piedra, of course. Todo final nos deja una huella. Y si, sin duda en cuidados paliativos reímos, reímos mucho, reímos con ellos porque la risa que ya no cura también libera. Lo que guardo después de muchos finales vividos, no me pone triste. Lo que aprendes a sentir es la maravilla de una vida que ha sucedido. Y lo que más palpamos creedme, es todo vida.Ese respeto que surge por cada forma de despedirse, a lo que agarrarse... nos coloca en la posibilidad de cuidar mejor que nunca.Qué recibes?? La certeza una y otra vez de que debemos sentir y confiar lo que sentimos cada uno de nuestros días.
La necesidad de los cuidados paliativos es cada vez mayor. Necesitamos entender no sólo su importancia sino desposeerlos de sus connotaciones agónicas.  
Si algo impiden los cuidados paliativos es la agonía.  
Si algo pretenden es la suavidad. La suavidad del fin de una vida.

lunes, 20 de junio de 2016

24 horas y 365 días al año

Con motivo del reciente artículo de la columnista Rosa Montero en El País Semanal, desde la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) y la Asociación Española de de Enfermería en Cuidados Paliativos (AECPAL) queremos llamar la atención sobre una realidad en la que los profesionales de cuidados paliativos están muy por encima de las condiciones en las que España permite ofrecer esta atención… Y es que, “no es tolerable, en el que dicen uno de los países con la mejor sanidad del mundo, que las personas más vulnerables de nuestro sistema sanitario y sus familias sigan sufriendo como lo hacen”.


Te invitamos a leer y difundir la carta para seguir insistiendo en la necesidad de cambiar esta realidad.



martes, 14 de junio de 2016

SóLo La MueRTe No TieNe ReMeDio...

Y la vida sigue, aunque parezca mentira, sigue adelante. Adelante. Envolviéndote en mil vientos y en alguna tempestad. En algunos momentos la suave brisa te acaricia, en otros un tornado te lleva a lugares desconocidos, y siempre tienes que recomponerte después la ropa y el vestido, ponerte de nuevo los zapatos para seguir caminando. Pierdes los viejos y te pones los nuevos que son diferentes, quizás no tan cómodos al principio... hay que darles tiempo para que se adapten. Esto no se acaba todavía.

Me contaba Alma, mi íntima, que su hermana le arropa por la noche colocándole una manta a los pies de la cama y su padre le besa la mejilla mientras ella se hace la dormida. Otras veces le llama para que vaya con ella de la mano por el pasillo hasta la puerta, pero alguien le impide salir de la cama,… Hace poco su padre se sentó al lado del ordenador donde ella trabajaba, le sonrió y le dijo, con esa sonrisa que a ella le hacía tan feliz, que no se preocupara por esos mil euros que no cuadraban, que TODO estaba bien.
Siempre de noche, cuando sus estrellas brillan allá arriba.
Creo que Alma ha aprendido y ha crecido, entiende mejor algunas situaciones y a algunas personas, tiene la piel más porosa todavía, ya no discute ni se enfada por tonterías de esas que no tienen que ver con el interior más profundo. Sonríe más y eleva a la enésima potencia los momentos preciosos, minimizando las pequeñas dificultades cotidianas.

Sólo la muerte no tiene remedio.