¿De qué se arrepentiría antes de morir?
elmundo.es. 01/02/2012
'Non, je ne regrette rien' (No, no me arrepiento de nada), decía Edith Piaf en su famosa canción. Sin embargo, no suele ser lo habitual y es más normal que cuando se está cerca de la muerte, los arrepentimientos de la vida invadan el espíritu.
Bronnie Ware, una enfermera australiana experta en cuidados paliativos, ha recopilado en el libro 'Los Cinco Arrepentimientos de los Moribundos', los remordimientos más habituales entre personas que están a punto de morir.
Bronnie cuenta su propia historia, y cómo su vida se transformó a través de los pesares de la gente que muere.
'Ojalá hubiera tenido el coraje de hacer lo que quería hacer'
Su trabajo con enfermos terminales y el éxito que tuvo uno de sus blogs sobre los arrepentimientos, llevaron a B. Ware a escribir este libro en el que muestra que el principal arrepentimiento de la gente es: "ojalá hubiera tenido el coraje de hacer lo que realmente quería hacer y no lo que los otros esperaban que hiciera".
Su trabajo con enfermos terminales y el éxito que tuvo uno de sus blogs sobre los arrepentimientos, llevaron a B. Ware a escribir este libro en el que muestra que el principal arrepentimiento de la gente es: "ojalá hubiera tenido el coraje de hacer lo que realmente quería hacer y no lo que los otros esperaban que hiciera".
'Ojalá no hubiera trabajado tanto'
Le sigue "ojalá no hubiera trabajado tanto, porque eso les había hecho perder el equilibrio y como resultado habían perdido muchas cosas en su vida", afirma la enfermera a la BBC. "Se perdieron la niñez de sus hijos y la compañía de sus parejas", añade en su libro.
Le sigue "ojalá no hubiera trabajado tanto, porque eso les había hecho perder el equilibrio y como resultado habían perdido muchas cosas en su vida", afirma la enfermera a la BBC. "Se perdieron la niñez de sus hijos y la compañía de sus parejas", añade en su libro.
'Poder expresar mis sentimientos'
"Me hubiese gustado tener el coraje para expresar mis sentimientos" es otro de los deseos de los moribundos. "Mucha gente reprime sus sentimientos para mantenerse en paz con los demás. Es por ello por lo que se instalan en una existencia mediocre y nunca llegan a convertirse en lo que verdaderamente son capaces de ser", asegura la enfermera.
"Me hubiese gustado tener el coraje para expresar mis sentimientos" es otro de los deseos de los moribundos. "Mucha gente reprime sus sentimientos para mantenerse en paz con los demás. Es por ello por lo que se instalan en una existencia mediocre y nunca llegan a convertirse en lo que verdaderamente son capaces de ser", asegura la enfermera.
'Más contacto con los amigos'
El no haber tenido tanto contacto como hubieran querido con las amistades, es otra de las pesadumbres. Como lo explica Ware en su libro: "Muchos han quedado tan atrapados en sus propias vidas que han dejado perderse amistades de oro a través de los años".
"Vi un muy profundo remordimiento por no haber brindado a esas amistades el tiempo y el esfuerzo que merecían. Todos extrañan a sus amigos cuando se están muriendo", cuenta.
El no haber tenido tanto contacto como hubieran querido con las amistades, es otra de las pesadumbres. Como lo explica Ware en su libro: "Muchos han quedado tan atrapados en sus propias vidas que han dejado perderse amistades de oro a través de los años".
"Vi un muy profundo remordimiento por no haber brindado a esas amistades el tiempo y el esfuerzo que merecían. Todos extrañan a sus amigos cuando se están muriendo", cuenta.
'Haber sido más feliz'
Y, por último, y no menos importante, el deseo de "haberme permitido ser más feliz". "Muchos no se dan cuenta hasta el final de que la felicidad es una elección. El miedo al cambio los ha llevado a fingir ante los demás, y ante sí mismos, que eran felices, cuando en su interior ansiaban poder reírse con ganas y tomarse la vida con humor".
Y, por último, y no menos importante, el deseo de "haberme permitido ser más feliz". "Muchos no se dan cuenta hasta el final de que la felicidad es una elección. El miedo al cambio los ha llevado a fingir ante los demás, y ante sí mismos, que eran felices, cuando en su interior ansiaban poder reírse con ganas y tomarse la vida con humor".
elmundo.es. 01/02/2012