Este es el blog de un equipo de Cuidados Paliativos... trabajamos "a pie de cama", en el domicilio del paciente, en su espacio más íntimo y personal.

Todos los días hay un viaje distinto, duro, sorprendente, triste, emocionante... y con un final.

¿Nos acompañas?.



viernes, 30 de octubre de 2009





Desde hace unos días hemos colocado una nueva ETIQUETA, llamada LIBROS-ARTÍCULOS, dónde están recogidos todos los libros y artículos que hemos ido poniendo hasta ahora bien en formato pdf. bien como referencia bibliográfica y los que iremos incluyendo a partir de ahora.


El otro día me puse en contacto con el Dr. Wilson Astudillo, una persona muy conocida en el entorno de los Cuidados Paliativos a nivel Nacional y por supuesto en el País Vasco, ya que preside la Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos y me dió permiso para ir añadiendo a nuestra "biblioteca" algunos de sus manuales y libros de utilidad no sólo para profesionales, sino también para pacientes y familias.

Hoy he elegido un libro que me ha gustado especialmente, su título:





MANEJO DEL CÁNCER EN ATENCIÓN PRIMARIA, (está en pdf. por capítulos)
Sus autores: Astudillo, Montiano, Salinas, Díaz-Albo, Mendinueta.


Y su contenido entre otros capítulos:


El cáncer en el niño. Realidad actual y expectativas
El cáncer en el anciano. Características y necesidades especiales
Necesidades emocionales en el paciente con cáncer
El apoyo al cuidador del enfermo oncológico
Cuidados Paliativos en África
La limitación del esfuerzo terapéutico
¿Qué hacer cuando la curación no es posible? Papel de los Cuidados Paliativos
Esperanza y dignidad en el paciente oncológico
Sobre la felicidad y el sufrimiento (IMPRESCINDIBLE, por D. Ramón Bayes Sopena)


jueves, 29 de octubre de 2009


Es cierto, los muertos pesan. No sé si tanto por la sensación que nos dejan de soledad, de abandono y de carencia, como por el sentimiento de culpa que nos produce lo que no hicimos o dijimos y ya es tarde para hacer o decir.
Por eso intentaremos que (aplicándolo también a nosotros mismos) los familiares hagan todo lo posible por su ser querido cuando todavía pueden hacerlo, es decir, mientras vive. Cuanto más útil se le haga sentir al familiar/cuidador, menor será el sufrimiento posterior.



"Los muertos pesan, no tanto por su ausencia,
como por lo que entre nosotros y ellos no ha sido dicho"

del libro: Donde el corazón te lleve
Susana Tamaro

sábado, 24 de octubre de 2009

hoy... CINE



Después de un paréntesis en nuestra sección CINE, volvemos hoy a retomarlo... aunque no seamos tan rigurosas con el día, el momento... vale??? para no estresarnos...jeje.
Eso sí... se admiten sugerencias... podemos hacer entre todos una videoteca estupenda.


Hoy... the winner is: PARIS, una película de Cédric Klapisch.
Se puede ver en estos días en los cines, ya que se ha estrenado hace poquito.


Es la historia de un parisino enfermo que, creyendo que podría morir, empezará a ver a la gente con la que se encuentra de una forma nueva y distinta. Imaginar su muerte le da de repente un nuevo significado a su vida, a la vida de otras personas e, incluso, a la vida de toda la ciudad. Vendedores de fruta y verdura, una mujer que regenta una panadería, una trabajadora social, una bailarina, un arquitecto, un sin techo, un profesor de universidad, una modelo, un inmigrante ilegal de Camerún... todas estas personas tan diferentes se unen en esta ciudad y en esta película. Cada una de ellas es importante y única.


viernes, 23 de octubre de 2009

HaCeR y SeNTiR...


En la plaza de un pueblo donde pareciera que el mundo se acaba, así como la mayoría de los recursos, nos esperaba el yerno de la paciente a la que íbamos a visitar hoy. Por un caminito estrecho y muy pendiente nos ha llevado hasta la parte más alta, con una vista estupenda del valle, y así hemos llegado hasta la casa donde viven con su suegra.
Una casita pequeña con lo imprescindible, y casi como único adorno un calendario del año pasado con una imagen de caza. Debajo del mismo, una cama que había sido del nieto, con una abuela de 96 años tapada por mantas hasta las cejas. La abuela tiene dos hijas, ya mayores también, con las convive alternándose en el domicilio de cada una de ellas, porque "lo que tienen claro es que a su madre no la llevaran a una residencia". Tiene otro hijo que un buen día desapareció del pueblo y nunca más se supo de él (como aquél que fue a por tabaco...), dejando a su esposa, varios hijos y hasta algún nieto.

Mientras íbamos hablando con la hija, cuidadora principal, notábamos que ella se sentía examinada, preguntándonos a menudo si lo estaba haciendo bien (creemos que se comparaba con su hermana que vive en Barcelona, y le hubiera dolido salir perdiendo). Es incomparable la cantidad de recursos de los que dispone la hermana frente a ella, pero en la calidad de la atención, el cuidado y el cariño, seguro que no tiene nada que envidiarle. Hemos reforzado este aspecto para que se sintiera a la altura, porque realmente creemos que lo estaba.

Cuando nos hemos ido teníamos la certeza de dejar a una cuidadora que lo hace bien y que además siente que lo hace bien.




miércoles, 21 de octubre de 2009


Como ya hemos comentado otras veces, de vez en cuando, en este trabajo, conviene descansar, tomar aire, ya que no es fácil convivir con la muerte y su cortejo a diario.

Se nota en muchos detalles, por ejemplo que en ocasiones uno se implica menos, a veces te sientes como ausente, la mente se evade sin darte cuenta y te deja sola en mitad de una visita.

Porque esto es mucho más que un trabajo. Es una oportunidad de crecer (es cierto que ayudar a morir enseña a vivir), de aprender a asumir situaciones difíciles, entrañables, duras, cargadas de emotividad que debes aprender a canalizar, de enseñar lo poco que uno sabe y que en muchas ocasiones va a ser muy útil, con personas que pasan de ser unas perfectas desconocidas a formar parte de tu vida y tú de la de ellos. Es algo muy serio que implica un gran compromiso, estamos allí en momentos cruciales de la vida, acompañándoles en el camino que les conduce a la muerte, y de nosotras depende en gran parte cómo va a ser el último tramo, que ese camino sea doloroso o no, y que el recuerdo de los últimos días, de los últimos instantes, sea tormentoso para los familiares el resto de su vida o sea un recuerdo con el que podrán convivir sin más dolor del necesario.



martes, 20 de octubre de 2009

"Alguien voló sobre el nido del cuco"


Hoy, visita a un psiquiátrico, que ahora llaman “centro asistencial” (motivo por el cual nos hemos perdido entre campos durante un buen rato...). Supongo que el cambio de nombre se debe a todas estas reformas sociales que únicamente consisten en cambiar el nombre que hasta ahora había definido una situación, a la que todos estábamos ya acostumbrados y que no presupone un significado vergonzoso o deshonroso, por otro que unos cuantos suponen es socialmente más aceptable y menos excluyente o marginal, pero que viene a definir lo mismo. Yo, personalmente, no sé por qué existe la necesidad de llamar a las cosas por tantos nombres diferentes, cuando todos podemos entendernos sin malinterpretarnos.

Bueno, pues hemos ido al “centro asistencial”, en el que predominaban pacientes con patologías psiquiátricas, a visitar a una paciente diagnosticada de una idem e ingresada desde hace 20 años y que, además, padece un melanoma con unas lesiones tumorales bastante complicadas de tratar.

Un edificio construido en los años sesenta, con unas salas enormes donde se amontonaban las camas en dos hileras paralelas de pared a pared. Personas deambulando sin fin, la mayoría silenciosas, con expresiones totalmente ausentes de este mundo, paseando por un mundo aislado, diferente al que nosotros, los de acá, vivimos cada día, no sé si mejor o peor, pero sí diferente. Algunas probablemente polimedicadas para que la convivencia sea posible y no incomoden demasiado.

También había sonrisas y saludos en otras caras, más o menos relajadas, así como retazos de conversaciones incoherentes y algún grito al fondo. Hacen terapia ocupacional y otras cosas y tienen un jardín por el que pasean si hace bueno.
El personal que trabaja ahí adentro es amable, profesional, conciliador y respetuoso.

No juzgo. Se me ocurren cosas para intentar mejorar, pero no tengo soluciones.


sábado, 17 de octubre de 2009

viernes, 16 de octubre de 2009

eL TaCTo...


Se suele dar muy poca importancia al contacto físico en la relación entre el personal sanitario y el enfermo. El caso extremo es cuando, desde la puerta y sin soltar la manilla, preguntamos al enfermo qué tal se encuentra.

T. Álvarez Echeverri en “El tacto como factor de humanización en la fase terminal”, dice:

El tacto es la forma elemental y primitiva de comunicación. La experiencia más íntima y personal de las sensaciones. Es el lenguaje de los sentimientos profundos y transcendentales, que reemplaza la palabra vacía, vana e imperfecta. El tacto anima al otro, le demuestra cariño, le da soporte emocional. Ayuda a compartir los sentimientos. Es puente que va y viene, que rompe barreras. El tacto disminuye la distancia al prójimo. Es acercamiento. Permite el contacto piel a piel. Une la mano, el corazón y el cerebro.

miércoles, 14 de octubre de 2009



“...el modo más cómodo de conocer una ciudad
es averiguar cómo se trabaja en ella,
cómo se ama y cómo se muere.”

"La Peste" A. Camus



“ Y envejecerás en un paisaje amable
de renuncias claras y esperanzas,
orgulloso de prevalecer en el prodigio
de un pensamiento sutil, mientras en silencio
llueve en un sitio remoto y el viento te lleva
reconfortables olores de tierra mojada.”


M. Martí i Pol

martes, 13 de octubre de 2009

cumpleAÑO... feliz!!!!!




Hoy este blog cumple un añito... parece que fue ayer cuando después de un concierto y delante de unas cervecitas planteé la idea a mis compañeras. Por suerte dijeron que SI... y sin dudarlo. Y es que ellas son así :).

Este blog nació con la idea de dar a conocer un poquito los cuidados paliativos, que dicho sea de paso son los grandes desconocidos de la Sanidad Española y a los que todos tenemos derecho si los necesitamos. Pretendíamos darlos a conocer desde una visión muy personal y sobre todo desde el lugar donde nosotras trabajamos... exactamente desde la cabecera de nuestros pacientes. Se trataba de compartir información, compartir experiencias, "vomitar" días duros... y creo que nos ha servido para eso y para mucho más. Por eso me doy dos besos ahora mismo por haberlo conseguido. (muaks, muaks)


Digamos que hoy a parte de felicitarnos a nosotras mismas, es momento de dar las gracias... así que ahí voy:


Mis primeras "gracias", son a mis compañeras de blog y de trabajo (María, Violeta y Amarilis... he de decir que ninguna se llama así en realidad, jejeje. Nota mental: yo tampoco me llamo C.S) ... un lujo trabajar con ellas todos los días. Así que gracias chicas!!!



Gracias también a gente que aunque no tiene relación con la profesión sanitaria, puedo decir que rebosan sensibilidad por todas partes y han considerado de interés colocar nuestro blog en sus diarios personales, así que gracias a LaMar, Joseluinik y Thot.

También a todos los que están incluidos en el apartado "seguidores", además de LaMar, Joseluinik y Thot... Bichita23, divina, Marta, karen, Estefanía, agustina y Kickfree.



Y en definitiva, gracias a todos los que entran en este rinconcillo todos los días... se que sois muchos.


Y seguro que se me olvida alguién... pero no me lo tengaís en cuenta, vale??


Hoy os pediría que nos ayudeís a soplar la velita... y por supuesto luego os lleveís el pastel. Y por supuesto que nos sigaís acompañando... sobre todo con vuestros comentarios... TODOS serán muy bien recibidos y de todos ellos aprenderemos.


lunes, 12 de octubre de 2009

eSCuCHaR Y SiLeNCio


E. vive tan lejos que el día que vamos a verle no tenemos tiempo de hacer ninguna visita más.

Es un paciente diagnosticado de una neoplasia de próstata con metástasis óseas. Padece un síndrome de compresión medular con dificultad para la marcha, aunque aún puede caminar con andador y su dolor está actualmente controlado. Está casado y tiene dos hijos que, junto a las nueras y su esposa, se desviven por él. Tienen una granja de conejos, un huerto y unas colmenas en el campo. A E. le gusta dar una vuelta por el campo, ir al bar a echar la partida y bajar a la calle a charlar con los vecinos, sus familiares se encargan de llevarle y traerle en coche.

Le decimos que, aunque su enfermedad, de la que él conoce diagnóstico y situación actual, limite su vida diaria, tiene la suerte de poder contar con su familia para disfrutar de todo lo que aún puede hacer.

Él niega con la cabeza primero y, con la rabia en cada una de sus lágrimas, se enfada y dice que “nuestro discurso no le sirve!!”. “Yo quiero ir con mi tractor a ver las colmenas...y si no puedo hacerlo, prefiero morirme...Vivir así, con un andador y mis hijos ayudándome, perdiendo fuerza cada día, pensando en comprar una silla de ruedas el día de mañana, y lo que vendrá después,...ya os lo digo, prefiero morirme,...no me sirve nada de lo que me estáis diciendo.”

Llora y sigue llorando durante un buen rato. Después se calma, nos mira con recelo y con un asomo de disculpa en sus ojos, “no estoy enfadado con vosotras,...si el día que decís que vais a venir, os espero sin dejar de mirar por la ventana a ver si oigo el coche,...si me alegráis la vida cuando os veo entrar por la puerta,...si gracias a vosotras entiendo lo que me pasa y no tengo dolor,...pero entenderme a mi.”

Nos deja sin palabras. Le entendemos y casi compartimos cada una de sus palabras.

Sólo nos queda reconocer ante él lo que sentimos y decirle con toda la honestidad y la sinceridad de la que somos capaces, que seguiremos a su lado y que no le dejaremos solo.




domingo, 11 de octubre de 2009


Las experiencias del enfermo en fase terminal suelen estar influenciadas por una difícil sucesión de pérdidas que suponen reacciones emocionales importantes. Se pueden diferenciar tres tipos diferentes:

lo que el paciente tenía antes y ahora no tiene,
lo que todavía tiene pero teme perder,
lo que no tiene y quisiera tener, pero debe renunciar.

En este viaje de pérdidas, el aprendizaje y desarrollo de recursos (estrategias de afrontamiento, aprendizaje de nuevas habilidades,...) es fundamental para el enfermo y los familiares. El soporte emocional que daremos debe trabajar los recursos internos y los externos, en especial los situacionales, para facilitar la adaptación emocional del enfermo y su familia a la difícil realidad que les ha tocado vivir. Una buena relación de confianza desde la primera visita es fundamental para poder abordar este proceso.

El proceso de adaptación está modulado, en gran parte, por los vínculos que establece el paciente con el equipo y sus cuidadores. Determinadas variables de interacción, como el grado de comprensión de la información recibida y la satisfacción con el equipo sanitario, se muestran como buenos predictores del nivel de bienestar posterior de los pacientes.



Marcos Gómez Sancho

sábado, 10 de octubre de 2009

cuidando al cuidador




El cuidador de un enfermo en el final de la vida debe ser objeto de una especial protección por parte de la comunidad, no sólo porque es el último eslabón de una cadena de solidaridad sino también porque necesita diversos apoyos para ayudar al que sufre un padecimiento progresivo a sobrellevar mejor esta etapa, a reencontrarse consigo mismo y a afrontar la muerte en paz. Para que ello suceda, el equipo sanitario deberá reconocerle como parte de un triángulo terapéutico – familia–paciente y equipo– y ser sensible a sus problemas, manteniendo una actitud proactiva en todo momento para ayudarle a comunicarse bien con el enfermo, a formarse para su cuidado, a prevenir y resolver sus numerosos problemas, entre ellos el agotamiento, y a darle el apoyo de una red socio-sanitaria que le permita también satisfacer sus propias necesidades físicas y emocionales sin aislarse de sus otros seres queridos.

Lo anterior forma parte de un artículo de la revista PSICONCOLOGÍA, para leerlo completo os dejo el siguiente enlace en pdf.


COMO APOYAR AL CUIDADOR DEL ENFERMO AL FINAL DE LA VIDA

viernes, 9 de octubre de 2009

ADIOS A MERCEDES


A todos...
Somos los nietos, los hermanos, los sobrinos, el hijo de quien fue para nosotros algo más y distinto que una gran artista popular. Con ella compartimos la vida, las alegrías y las angustias privadas. Porque esa gran artista fue además nuestra abuela, nuestra hermana, nuestra tía, nuestra mamá. Es por eso que queremos llegar a ustedes desde ese lugar íntimo, lejos de la severidad y la dureza de los comunicados oficiales: porque sabemos que también la quisieron y la siguen queriendo aún mucho más allá de la cantante y de la artista que los acompañó tantas veces, a la que han hecho parte de su familia aún sin tener lazos de sangre.



Es desde este lugar que queremos contarles que Mercedes abandonó este mundo el día de hoy. Pero también queremos decirles que estuvo siempre acompañada-inclusive cuando ya no podía saberlo- por un desfile interminable de amigos y artistas populares, y en cada uno de ellos: ustedes. Y que a pesar de lo triste de cualquier agonía, pasó esos últimos momentos en paz, peleando aguerridamente contra una muerte que terminó ganándole la pulseada.


Estamos conmovidos y queremos compartir con ustedes esta tristeza. Aunque, al mismo tiempo, nos queda la tranquilidad de que todos hicieron lo posible- incluida nuestra Negra- para quedarse un ratito más entre nosotros.


Lo que más feliz la hacía a Mercedes era cantar. Y seguramente ella hubiera querido cantarles también en este final. De modo que así queremos recordarla y así los invitamos a hacerlo con nosotros.
Infinitas gracias por ese acompañamiento que jamás dejó de estar presente.



Familia de Mercedes Sosa


jueves, 8 de octubre de 2009

“Aquí me quedo con mi tristeza”


Hoy nos has vuelto llamar, van dos en esta semana. No te acuerdas si te has tomado la pastilla “nueva” y nos llamas preocupado. Te sientes raro, nervioso, triste, cansado. ¿Sabes? Pienso que necesitas ver y hablar con alguien.


Cuántas horas pasas solo, en tu pequeño cuarto de estar, pensando en ti, en tu enfermedad, en los golpes que te ha dado la vida. Por cierto, has puesto cuadros nuevos, ¡buena señal!.


.“¿Por qué no mejoro nada? Llevo dos años con esto, con el mismo tratamiento, con ciclos de quimioterapia y cada día me encuentro mas flojo, con menos ganas para seguir adelante...Si por lo menos tuviera fuerza y ganas para hacer cosas…(…)”.


Sabes lo que hay, sabes porque no mejoras a pesar del tratamiento, pero estás en tu derecho de preguntarnos a nosotras y a la vida...


Habla. Desahógate. Grita.


Hemos llorado…pero también nos hemos reído juntos, hemos hablado de perros, de gatos, de la compra, de coches y de las galletas con fibra, ¡te encantan! Y de lo mal que saben los batidos hiperprotéicos, ¡incluso mezclándolos con leche desnatada! De las vueltas que da la vida…


Y en este rato te has olvidado de tu dolor y hasta de fumar…


“El humor es la distancia más corta entre dos personas” Víctor Borge



miércoles, 7 de octubre de 2009

"campeones de la medicina"





Hablando se entiende la gente… que quiere escuchar. Las amenazas no son el mejor camino para el diálogo y la deliberación, la denuncia no es la primera opción, pero tampoco puede una persona quedarse de brazos cruzados mientras alguién a quien ama sufre de forma absurda por culpa de un “campeón de la medicina”, eso es encarnizamiento terapéutico:








“El día que yo padezca una enfermedad grave que requiera un tratamiento muy especializado, buscaré un médico experto. Pero no esperaré de él que comprenda mis valores, las esperanzas que abrigo para mí mismo y para los que amo, mi naturaleza espiritual o mi filosofía de la vida. No es para esto para lo que se ha formado y en lo que me puede ayudar. No es esto lo que anima sus cualidades intelectuales. Por estas razones no permitiré que sea el especialista el que decida cuándo abandonar. Yo elegiré mi propio camino o, por lo menos lo expondré con claridad de forma que, si yo no pudiera, se encarguen de tomar la decisión quienes mejor me conocen. Las condiciones de mi dolencia quizá no me permitan “morir bien” o con esa dignidad que buscamos con tanto optimismo, pero en lo que mí dependa, no moriré más tarde de lo necesario simplemente por la absurda razón de que un campeón de la medicina tecnológica no comprende quién soy”…






Sherwin B. Nuland (cirujano)
Cómo Morimos. Madrid: Alianza editorial, 1995.

lunes, 5 de octubre de 2009

... a mis vencidos.



Antes que nada: dale al STOP de la canción de la columna y dale al PLAY de la que encontrarás aquí abajo.
Ya??
Perfecto... pues ahora si.

Hace tiempo que no pongo ninguna cancioncilla...
Hoy la canción va dedicada a los pacientes que veo todos los días... luchadores incansables ahí donde los haya. Que han pasado por cirugías mutilantes, por ciclos interminables de quimioterapia, de radioterapia que hicieron que hipotecaran sus sueños, sus vidas... y sus esperanzas. De interminables días en espera del resultado del TAC que confirmase que si... que hay progresión de su enfermedad, que todo, todo lo que habían pasado hasta ahora no sirvió de NADA. De pacientes de todas las edades, altos, bajos, rubios, morenos... como cualquiera de nosotros, que un buen día se levantaron sin saber que ese día (un 14 de enero, un 4 de diciembre, un 3 de marzo...) iba a marcar un punto de partida... pero sin retorno.
Porque si, porque me apetece... porque son mis luchadores... vencidos por algo que nadie, ni la medicina más sofisticada, moderna, internacional... puede solucionar.
Porque si son vencidos por esa enfermedad... nos guste o no. Pero para mi son ganadores todos ellos en dignidad.








“…No conservo ninguna fotografía suya donde quedara un poco bien. Ni siquiera en mi imaginación soy capaz de reproducir su cara con todo detalle. Y, sin embargo, el rostro de cualquier extraño, atisbado esta mañana entre la multitud, puede presentarse ante mi con nítida perfección al cerrar los ojos por la noche….Los rostros de los seres a quien mejor hemos conocido, los hemos visto desde tantos ángulos, bajo tantas luces y dotados de tantas expresiones (paseando, durmiendo, riéndose, llorando, comiendo, hablando, pensando,…), que todas esas impresiones se nos enmarañan simultáneamente dentro de la memoria y quedan confundidas en un simple borrón. Pero su voz está todavía viva. Su voz añorada que en el momento menos pensado me puede convertir en un niño que se echa a llorar.

...¿Qué es la pena comparada con un dolor físico? Digan lo que digan, el cuerpo puede llegar a sufrir veinte veces más que el alma. La mente siempre tiene alguna capacidad de evasión. En el peor de los casos, un pensamiento insoportable lo más que hace es volver una y otra vez, pero el dolor físico puede ser completamente ininterrumpido. La pena es comparable a un bombardeo que nos sobrevuela dando vueltas y dispuesto a soltar una bomba cada vez que una de esas vueltas desde arriba coincide justamente con nuestra cabeza. El dolor físico es como el fuego constante en una trinchera..., horas y horas sin cejar ni un minuto. El pensamiento nunca es estático, el dolor físico lo es muchas veces."


“Una pena en observación” C.S. Lewis

sábado, 3 de octubre de 2009

TE LO CONTARE EN UN VIAJE


“ La vida es algo más que un síntoma clínico. Algunos acontecimientos tienen una lógica oculta que solo años después parece cobrar sentido, para construir así el pasado.
Se supone que yo debo demostrar mi duelo guardando los recuerdos de mi hija para asumir una nueva soledad. Pero en este momento, cada evocación es un regalo, porque sirve para entender un ciclo. Sea a través de una vieja fotografía o del olor a rosas de su cuarto, que a veces llega hasta el despacho como si quisiera saludarme.
La enfermedad puede curar, y hay felicidades estúpidas que aniquilan. Tal vez no aproveché todas las posibilidades de mi vida con ella. Pero cuando sentí la amenaza de la muerte, algo me dijo que había que llegar hasta el final.
Y era posible. Hay que afinar el alma y no tener miedo. ¿Cambia eso el valor de la tragedia? Te lo contaré en un viaje. “

Carlos Garrido
Del libro…”Te lo contaré en un viaje”

viernes, 2 de octubre de 2009

a Mi CoMPi...


Hoy, va dedicado a una persona muy especial para mí, y que desde ayer, por primera vez desde que es ya un miembro activo de este equipo, vive casi sola las situaciones que habitualmente vivimos las dos juntas día a día.

Sé que va a salir airosa porque tiene madera, sirve para los Cuidados Paliativos, es una buena profesional, prudente y responsable y, para más inri, creo que le gusta mucho lo que hace y cada vez lo hace mejor.

Para todos ha habido una primera vez, todos nos hemos equivocado (y aún lo seguimos haciendo...) y todos hemos dicho o hecho cosas que hubiéramos preferido no decir o hacer, pero todo esto nos ha servido para el futuro, son lecciones que no olvidas. Hemos aprendido a base de trompicones ya que, como decía otra compañera nuestra, en temas de comunicación, que son básicos en nuestro trabajo, somos autodidactas, no los aprendimos en la facultad ni en la escuela de enfermería.

Sabes ya muchas, muchas cosas, falta vencer el vértigo y el miedo. Esta “soledad” te va a hacer más fuerte y más segura. Además tienes alrededor a muy buena gente que te apoya y con la que puedes contar incondicionalmente.

Te necesito entera cuando vuelva

Confío en ti, lo sabes.





jueves, 1 de octubre de 2009


"...Percibo cómo el día comienza. Desde el resto de la casa van penetrando en mi habitación los sonidos propios de la actividad doméstica. ¡Qué familiar me es todo y qué distinto al mismo tiempo, qué próximo y qué lejano! Lo que percibo es el comienzo de mi existencia diaria, con la diferencia de que ahora ya no desempeño en ella ninguna función. Me hallo al margen. En cierto sentido pertenezco todavía a lo que está teniendo lugar en el resto de la casa, tomo parte en los sonidos que penetran hasta mi, pero al mismo tiempo todo pasa de largo, todo sucede a una gran distancia. Todo indica que el día ordinario, sano, el día de trabajo, de calle y de escuela, el día fuera de casa, cuyo fuera ha cobrado para mi un significado especial, nuevo, me excluye de una manera expresa. No pertenezco ya a este mundo, no participo de él.

...El mundo se ha empequeñecido hasta quedar reducido al dormitorio, es más, hasta quedar reducido a la cama. Si pongo los pies en el suelo de la habitación, parece como si pisara tierra incógnita. La ida al cuarto de baño es una excursión adusta, en cierto modo irreal; con la sensación de regresar a casa, me cubro de nuevo con el embozo de la cama. El horizonte se ha estrechado hasta el borde de mi cama y ni siquiera ella es todo mi dominio: fuera del lugar que ocupo con mi cuerpo, es fría y desagradable. La almohada me acoge solamente en el lugar en el que reposa mi cabeza, todo desplazamiento en la cama se convierte en una pequeña conquista.

...Descubro mis prendas de vestir en el respaldo de una silla situada al pie de la cama y caigo en la cuenta, con nueva evidencia, de que el horizonte de mi existencia se ha reducido de una forma inaudita. Ya que la chaqueta que está allí, la camisa con su cuello y corbata, pertenecen al mundo del exterior de mi alcoba. Las prendas de vestir me son por una parte perfectamente conocidas y muy próximas, pero por la otra pertenecen a un mundo que ya no es el mío. Siento una vaga simpatía por esas ropas que me recuerdan mi existencia de persona sana,...a pesar de todo, me causa contento que una mano solícita convierta mi dormitorio en una habitación de enfermo y al hacerlo retire los vestidos y los guarde en el armario.”


Van den Berg.