Hoy he recordado algo que leí hace tiempo... " A veces hay demasiado ruido que impide oír el silencio... ese silencio que es la elocuencia de la verdad."
Y es cierto... muchas veces con los pacientes hacemos ruido, ruido innecesario en forma de de palabras vacías que nos impiden escuchar el silencio elocuente, en forma de mil consejos sobre lo que nosotros creemos que "deben" hacer... en forma de RUIDO.
Y hay una gran verdad... hay silencios que tienen razones poderosas y cuanto más prolongados y evidentes mejor, independientemente de la verdad que los ampare. Y digo mejor, porque lo más probable es que guarden el deseo de manifestar algún sentimiento; ya sea de respeto o el de no decir para no herir o al contrario, para no ser herido.
Tal vez sean silencios que intentan olvidar algo o a alguien que está presente en nuestros corazones pero a la que no podemos expresar lo que sentimos o por el contrario, no encontramos las palabras adecuadas para manifestar nuestros deseos y nuestros sueños y el silencio sea nuestro mejor aliado.
Podría hablarse también de los "gritos del silencio" porque hay silencios que son auténticos gritos contra lo que no está bien o no nos gusta o consideramos injusto. Silencios que impresionan porque están justificados en algún acontecimiento doloroso e imprevisible ( en estos días y aquí hemos sido testigos de alguno de ellos; hay una bella canción "los sonidos del silencio" para estos tiempos difíciles y que nos gusta escuchar cuando no tenemos ganas de decir nada) y hay silencios que nos duelen en el alma porque estamos deseando oír las palabras que nunca serán pronunciadas.
3 comentarios:
El silencio esta infravalorado en la sociedad y suele ser incómodo para muchos cuando resulta que, como dices, en muchos casos es bien elocuente y totalmente respetable y necesario.
Nunca el silencio dijo tanto, porque el silencio habla de los sentimientos y las emociones. El alma nunca calla, aunque a menudo el ruido no nos deje escucharla... o son excusas?
“...hay silencios que nos duelen en el alma porque estamos deseando oír las palabras que nunca serán pronunciadas.”
Nunca, nunca...
Un beso enorme, compañera.
Es difícil permitir el silencio, sin embargo en muchas ocasiones, inclusi en la consulta se precisa el silencio para que el paciente se encuentre consigo mismo y te empiece a relatar sus vivencias, dudas y/o necesidades
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