El dolor, el dolor es muy difícil de explicar. El dolor es lo que yo siento, pero sólo yo lo sé. Cómo explicárselo?
Así nos hablaba Jesús mientras María, su cuñada y cuidadora principal, repetía: "Pobrecillo, pobrecillo… pues si no tiene ganas de nada, habrá que pensar nada. No quiere la pastilla para el dolor, pues no hay nada más que hacer... solo queda esperar.....
.... Madre mía! Si lo han puesto de pie y ahora lo sacan al comedor en la silla de ruedas… qué alegría verlo sentado en la mesa con nosotros.
Pero... seguro que te duele, verdad?".
2 comentarios:
Siempre hay mucho que hacer, aunque no se cuente con un termómetro para el dolor.
Abrazotes
totalmente e acuerdo con cassiopeia, muy buena entrada!
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