Ya nunca leerás esto. O sí, no lo sé.
Te gustaba mirar el blog, que conocías desde hace tiempo. Te gustaba tomar una caña con los
amigos en una terraza del centro, te gustaba quedarte en el sofá con tu
hija viendo una película en el video, te gustaba escuchar a los Héroes del
Silencio, te gustaba llevar camisetas ajustadas, te gustaba el sol y también lo
nublado, sacaba tu lado más gris, la pena de haber perdido un hijo y tantas
otras cosas. Te gustaba tanto vivir que si alguien te hubiera propuesto
concederte unos días más a cambio de…. “cualquier
cosa”, habrías aceptado sin dudar. Eso decías.
Lo pienso mientras camino por la calle bajo una lluvia torrencial
sin paraguas, mojándome la cara alegre y contenta de estar viva.
Cuando nos conocimos aún ibas a las citas de oncología en tu
silla de ruedas. Tenías dolor casi continuamente. No sabías colocarte bien la
cantidad de parches que necesitabas, además tomabas muchas dosis extras de medicación, “Sin conocimiento. Si me duele tomo una dosis extra, si al rato no se me ha pasado tomo
otra,… luego otra y así hasta que se me pasa.” Y era verdad, la mitad de
los últimos días los pasaste “ida”.
Nos la jugamos. A pesar de la gran cantidad de morfina que
necesitabas para controlar el dolor, de que la mitad de los parches no estaban
bien puestos y de las dosis de rescate que éramos incapaces de calcular, hicimos
una rotación de opioides que podía salir bien… o no. No querías, ni lo pensaste
siquiera, ir al hospital para hacerlo con más seguridad. He de decirte que a mí
tampoco se me pasó por la cabeza. Te quería en tu casa, con tus cosas.
El último día que te vimos, dos días antes de fallecer, nos
dijiste que ya no te quedaban fuerzas para vivir. Luego dijiste “quizás unos días más… cualquier cosa”. Creo que hubieras sido capaz de cualquier cosa por
unos días más. Unos días más.
Los días de más en los que yo veo el sol por las mañanas o el
nublado, los días en los que me mojo bajo la lluvia, los días en que río con
una amiga, esos días en los que un abrazo me recompone las emociones, los días en
que beso, los días en que hago de todo,… todo lo que a ti te faltó en esos días de más.
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