... Le contó que desde pequeño había sentido el deseo de comunicarse con los árboles, y que muchas veces acercaba el oído a la corteza de los troncos para percibir sus murmullos más secretos.
“El buscador de sueños”
Mirándolos, le parecía ver que las ramas se alargaban hasta el infinito, más allá de los confines de la tierra, tendidas hacia mundos desconocidos.
Los indios también los amaban porque ofrecían refugio, sombra, leña y frutos. Los consideraban las antenas del mundo porque eran capaces de captar los secretos del cielo. Bastaba saber escucharlos para tener una respuesta a las preguntas más secretas.
“El buscador de sueños”
3 comentarios:
Me crié en el campo... y los abrazaba.
Ahora llevo meses buscando uno accesible con mi silla de ruedas. No he dejado de hacerlo. Cuando lo encuentre, te paso la foto!!
Besos
Seguro que encuentras uno al que puedas llegar con tu silla. Sigue buscando, estoy segura de que lo vas a encontrar.
Más besos.
Te prometo esa foto!
Besotes
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