Hoy me he comprado un sombrero rojo. Quiero sentirme solidaria con mis pacientes, con mi vida, con mi bienestar que algún día puede ser el malestar que intento percibir desde el alma de los que me miran y confían en mí, como su penúltimo apoyo y asidero para emprender el viaje que nos espera a todos y para el que casi ninguno estamos preparados.
Porque quiero ser con ellos, igual que ellos son parte de mí. Porque la lucha es intensa hasta el último aliento, y cuando ya no queda más que éste, quiero sentir la paz que intento transmitir durante esos últimos días, en esos últimos encuentros, en los últimos roces, en las susurrantes palabras. Quiero besar y que me besen, que haya alguien conmigo que me de la mano y me acompañe.
Hoy me he comprado un sombrero rojo porque me miro y el espejo se da la vuelta y, sin darme cuenta, estoy del otro lado... un día cualquiera de un año inesperado.
Hoy me he comprado un sombrero rojo porque quiero... ViViR.
3 comentarios:
Solamente decir que es uno de los mejores blogs que he visto. Me encanta vuestra pasión, dedicación... Enorabuena por vuestro trabajo.
¡Hola Violeta! cierro mi ventana unos días pero antes vuelo a este lugar entrañable.
Llevas el gorro rojo en el corazón y en ese lugar permanece siempre. Deseo que la vida te siga conservando la empatía, la voluntad y el amor por tu trabajo.
¡Que la vida te regale muchísimas sonrisas! ¡Feliz Navidad! y un nuevo año que cumpla tus sueños.
Si no hay novedad, nos seguimos leyendo.
Un abrazo.
Gracias Anabel. Un placer conocerte paseando por estas carreteras, unas veces caminos, otras pedregales, en ocasiones con lluvia en el alma, otras con verde y amarillo en el arcén. Paso a paso, beso a beso... como dice la canción. Otro para ti.
Hola Alondra! Espero que sólo entornes tu ventana en lugar de cerrarla. Mis mejores deseos para ti.
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