Uno de los pilares fundamentales de los Cuidados Paliativos
es la comunicación.
Sin embargo, andamos comunicándonos siempre. Continuamente vemos,
escuchamos, asimilamos, asociamos, comprendemos, aprendemos, sentimos,
imaginamos, hablamos, guardamos silencio, nos acercamos, tocamos, abrazamos,
besamos, reímos, lloramos,… siempre comunicándonos, aunque no seamos
conscientes.
Entramos en el bar de María a comer algo. Le pregunto cómo
está, ya sé que su marido ha sido diagnosticado hace poco de un cáncer de
próstata y ella sabe en lo que yo trabajo, aunque esté pasando unos días de asueto.
Me cuenta que ya ha iniciado la radioterapia, que está muy deprimido y que hace
unos días fue a ver a una señora que, aunque no da pastillas, te hace algo para que
te sientas mejor y, oye, que le ha ido bien, que está más animado. Te lo cuento porque sé que tú me entiendes,
que sabes que buscamos lo mejor para él. Pero para mí es muy duro. Tengo que
llevar el bar y hacerme la fuerte con él, no puedo fallarle. Aún me dice que
parece que todo esto no me afecta, que me ve muy tranquila… no sabe lo que me
cuesta! Me dice entre lágrimas. Luego
está mantenerle la mirada cuando me pregunta… qué le digo cuando me habla de lo
que le pasa?, porque él sabe lo que hay. Intento quitarle importancia y decirle
que saldremos de ésta, o le cambio de tema, pero se enfada y me dice que no entiendo o no quiero
entender nada. Pero si lo hago por su bien!
Escúchalo María, acompáñalo,
estate siempre cerca de él, no restes importancia a lo que te dice, a lo que
siente, para él es TODO, es su vida la que se desmorona,... tu vida sigue, la de
él se está quebrando y tú ahora más que nunca eres su apoyo. No te aguantes, si
lo sientes llora con él. Pero sobretodo no
mires a otro lado.
Nos abrazamos entre salchichas, ketchup y mostaza.
Sumar, no restar.
Hoy de regreso no has vuelto conmigo en el asiento de al
lado, sino en mi corazón, o más, mucho más hondo, colgada en mi alma. Te sentía
en cada latido, tras cada sístole.
Me guiñas un ojo mientras me animas a seguir, a seguir sin
fumar, a seguir sonriendo, a seguir queriendo, a seguir esforzándome para que
el mundo que me rodea siga en pie,… a intentar ser mejor. Y te quiero.
3 comentarios:
Como siempre, y como dice nuestra amiga, qué difícil es leer tus entradas de un tirón y sin soltar alguna lágrima. Muchos besos!!
Muchos besos Pilar!
Y como siempre... seguimos sumando! Besos Matute por ser y estar y un abrazo enorme para ti, N. Cabau.
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