Hay días en los que suceden cosas que ni te imaginas... hay momentos que no están pagados en ninguna nómina, uno de ellos es cuando un paciente con el que has hablado muy poquito... pero intensamente, te para, te invita a un café y te dice todo esto:
Desde que tuvimos aquella primera charla, de todo lo que hablamos me quedé con una frase que me dijiste: "Tú eres mucho más que tu enfermedad". A lo largo de estas semanas, he tenido días buenos y otros menos buenos... vamos! malos y muy malos. Pero cuando las cosas no iban bien del todo, sobre todo en esos días MALOS, he intentado no perder lo "esencial", lo único que la enfermedad no podía quitarme: a mí mismo.Nadie, ni el mejor de los tratamientos, ni el mejor de los médicos, ni el mejor de los psicólogos tenía la capacidad de dármelo si lo perdía, o si lo dejaba perder.Sabía que aunque la quimioterapia y el resto de los tratamientos que me habían dado me curasen, después tenía que seguir viviendo y si por el camino perdía lo qué yo era, mi personalidad, mis sueños, mis principios... mi YO con mayúsculas, la "curación" no habría sido completa, me sentiría como si me hubieran amputado algo más que un trozo de intestino y un cuarto de hígado.
1 comentario:
Hola Marisa, te escribo para darte la enhorabuena por la labor tan grande que hacéis tanto enfermeros como cuidadores. No os encargáis únicamente de la salud física, sino también de la mental y emocional. He visto que comentas sobre realizar trabajos de cuidados paliativos a domicilio. He encontrado una página que ofrece estos servicios, lo mismo te resulta de interés www.hellogivers.es Un saludo y gracias
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