Hoy ha vuelto a ser un día de despedidas.
Nos hemos despedido de F. ya para siempre, supongo. Y luego de sus cuatro hijos, a los que volveremos a ver dentro de unos días.
La despedida de ella ha sido suave, hablándonos bajito al oído, cogiéndonos las manos, rozando apenas su piel, con un beso largo en la mejilla. Nos ha costado salir de la habitación. Han sido muchas visitas, muchas charlas sentadas al borde de la cama.
Desde el inicio, en el que ella no sabía el alcance de su enfermedad y confiaba en recuperarse gracias al tratamiento de quimioterapia,...Después, cuando no quería mirarse al espejo porque se asustaba al ver como le crecía día a día la lesión y su familia tuvo que quitar todos los espejos de la casa, y posteriormente cuando no quería asomarse al balcón por si le veía algún conocido.
Más tarde, cuando poco a poco fue conociendo y asumiendo la situación, empezó a hacer preguntas esperando respuestas que no podíamos darle, confiando en que esa puerta abierta a la esperanza no se cerrara todavía...y no la cerramos del todo, ni de golpe,...la fuimos entornando juntas día a día.
La despedida de ella ha sido suave, hablándonos bajito al oído, cogiéndonos las manos, rozando apenas su piel, con un beso largo en la mejilla. Nos ha costado salir de la habitación. Han sido muchas visitas, muchas charlas sentadas al borde de la cama.
Desde el inicio, en el que ella no sabía el alcance de su enfermedad y confiaba en recuperarse gracias al tratamiento de quimioterapia,...Después, cuando no quería mirarse al espejo porque se asustaba al ver como le crecía día a día la lesión y su familia tuvo que quitar todos los espejos de la casa, y posteriormente cuando no quería asomarse al balcón por si le veía algún conocido.
Más tarde, cuando poco a poco fue conociendo y asumiendo la situación, empezó a hacer preguntas esperando respuestas que no podíamos darle, confiando en que esa puerta abierta a la esperanza no se cerrara todavía...y no la cerramos del todo, ni de golpe,...la fuimos entornando juntas día a día.
Porque la mayoría de los pacientes en situación terminal se dan cuenta del momento que están viviendo, de lo que les está sucediendo y del progreso implacable de la enfermedad. Además perciben de una manera especial lo que ocurre a su alrededor, descifran gestos, palabras escondidas tras los silencios, miradas de frente y de perfil, sonrisas que mueren al ser pronunciadas, lágrimas que se borran mientras caen,...Escuchan y ven más de lo que imaginamos.
2 comentarios:
Es una entrada triste pero es la realidad. Debe de ser muy duro pasar esos últimos meses o semanas...Me es imposible hacerme una idea.
Un abrazo.
Aunque llevas ya mucho tiempo en "esto"... se con toda seguridad que este ha sido uno de los casos más duros a los que te has enfrentado. Así que recién llegada de mis vacaciones, con los pies en la tierra y volviendo poquito a poco a la realidad dura de nuestro trabajo, te mando un abracillo enorme.
Besotes compi!!!
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