“Me gusta ver las noticias mientras como. Son dos funciones complicadas de hacer a la vez, porque en cualquier cadena el retrato que nos hacen del mundo es terrible (guerras, hambre, dolor,...), pero de alguna manera sigo comiendo. Si en ese momento suena el teléfono y me dicen que hay alguien de mi familia al que le está pasando algo terrible, automáticamente dejo de comer.
Esto que parece tan absurdo, explica cómo estamos hechos los seres humanos. Nadie desea el mal ajeno. Ver en el telediario a toda esa gente sufrir es duro, pero no nos quita el apetito; sin embargo, cuando las tragedias ocurren dentro de nuestro círculo, nuestra vida se para. Nuestros seres queridos son nuestro mundo. Los demás son los demás.”
Oskar Santos.
Director de la película “El Mal Ajeno”.
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