Susto. Cada nuevo escáner da susto. Susto mientras te lo
hacen (que todo esté en su sitio), susto mientras esperas el resultado (por
favor, que salga bien), terror a medida que se acerca el día de la consulta (habrá
salido bien?). Esta dura batalla está repleta de escollos y montañas difíciles de
remontar. El horizonte hace tiempo que no se divisa, siempre hay algo que
molesta la vista. Quizás sea mejor así, no sé.
El día de la visita, ya enfrente de la verdad sin paliativos
(es curioso que yo diga esto), resulta que la enfermedad no está controlada,
que el hígado sigue a lo suyo… Mientras las lágrimas surcan tus mejillas, las
mías sujetas en el borde del párpado, surgen las preguntas: “pero, esto es muy
malo?, durará mucho?, podremos controlarla de nuevo?, el tratamiento irá bien?,
hasta cuándo?,”... preguntas con respuesta, pero que intento dulcificar todo lo
que puedo. Seguiremos luchando, es lo que hay.
Nueva línea de QT, “... ahora que me había acostumbrado a la otra”, nuevos efectos secundarios que dan miedo, incluso cuando ya los conoces. Más lucha, aunque el cuerpo y la mente te digan que estás muy cansada de pelear, más noches de insomnio pensando en todo, porque TODO es lo que está en juego, mil y una dudas que te acosan,… cómo será mañana,… ”hace mucho que ya no me hago planes”, qué difícil el presente. Y el futuro esperando hasta no sé cuándo, hasta nunca.
“No puedo más”, me dices mientras tu boca es un rictus contenido,… Todo lo que me dirías, todo lo que me preguntarías,… contenido por el miedo. Y yo contigo, animándote a que luches, a que aún puedes un poco más. No te voy a dejar, aun cuando la esperanza se nos caiga de las manos.
Que seguiremos paseando, queriéndonos y viviendo todo lo que nos dejen, querida mía.
Nueva línea de QT, “... ahora que me había acostumbrado a la otra”, nuevos efectos secundarios que dan miedo, incluso cuando ya los conoces. Más lucha, aunque el cuerpo y la mente te digan que estás muy cansada de pelear, más noches de insomnio pensando en todo, porque TODO es lo que está en juego, mil y una dudas que te acosan,… cómo será mañana,… ”hace mucho que ya no me hago planes”, qué difícil el presente. Y el futuro esperando hasta no sé cuándo, hasta nunca.
“No puedo más”, me dices mientras tu boca es un rictus contenido,… Todo lo que me dirías, todo lo que me preguntarías,… contenido por el miedo. Y yo contigo, animándote a que luches, a que aún puedes un poco más. No te voy a dejar, aun cuando la esperanza se nos caiga de las manos.
Que seguiremos paseando, queriéndonos y viviendo todo lo que nos dejen, querida mía.
Alma
1 comentario:
Te comprendo a la perfección, porque solo quien lo a sufrido puede comprenderlo.
La vida es un continuo camino hacia la muerte pero, es tan dificil de aceptar que muchos pierden el tiempo en vanalidades.
Veo que tú, al igual que yo hice no eres de esos.
Disfruta del tiempo que reste y veras que,dentro del dolor, todos tús recuerdos te daran paz llegado el momento.
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