Nanni Moretti (director de la peli de hoy... y también prota de la misma) sabe bien lo malo que es estar malo y así nos lo trasmite en su película.
Caro diario está dividida en tres capítulos:
En vespa (paseando en moto por Roma),
Islas (visitando las Islas Eólicas, en el mar Tirreno) y
Médicos. En esta última parte nos cuenta cómo durante un año padeció un horrible prurito –especialmente nocturno- que no se calmaba con nada. Visitó a cinco dermatólogos, un alergólogo, ingirió muchísimos fármacos, se aplicó una variedad insultante de cremas, se dio baños con todo tipo de productos, se sometió a la reflexoterapia y a la acupuntura y todo ello sin resultado. Cada vez se encontraba peor, sudaba por las noches e iba bajando de peso. Un día, cuando le estaban aplicando la acupuntura con agujas eléctricas, se dieron cuenta de que no paraba de toser, así que le hicieron una radiografía de tórax. Le detectaron una masa pulmonar, le realizaron un scanner con contraste y el radiólogo sentenció: eso es un sarcoma pulmonar y no tiene cura. A continuación, a Moretti lo operaron y, según le contaron, cuando el cirujano estaba tomando una muestra del tumor para llevarla luego al laboratorio de anatomía patológica, dijo en voz alta y clara: me juego un huevo..., no los dos pero sí un huevo a que esto es un linfoma de Hodking y que tiene cura... Así fue. A Nanni Moretti le dieron quimioterapia, está vivo y sigue haciendo películas. Al final de ésta nos lee lo que escribió en su diario:
"Cuando salí de la operación busqué en una enciclopedia lo del linfoma de Hodking y ponía que es una enfermedad cuyos síntomas son prurito, sudoración nocturna y pérdida de peso.Después de esto he aprendido dos cosas. Primera, que los médicos saben hablar pero no escuchar. Segunda, que es bueno para el riñón tomarse un vaso de agua antes del desayuno”.
Y este es el trocito de peli de hoy... la versión original de este último párrafo.
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