J. vive en una especie de palacete, una casa de tres plantas con un precioso jardín. Las escaleras que unen los pisos y el garaje están jalonadas por un carril por donde se desplaza, arriba y abajo, una silla eléctrica (ya le cuesta un gran esfuerzo desplazarse caminando desde la cama al sillón o al baño y hace tiempo que no puede subir ni bajar escaleras).
Lo hemos encontrado sentado en el sofá, fumando un cigarrillo detrás de otro, junto a su perra Lua que, aparte de ser fumadora pasiva, lo miraba embelesada, con una expresión de tristeza en los ojos que iban de él a nosotras y viceversa (como si nos pidiera que hiciéramos lo posible por devolverle a su amo....el de antes). Si nos levantábamos a por algo nos seguía los pasos, vigilante, atenta a todo,... y cuando mi compañera le ha tomado la tensión, Lua le ha ayudado con la pata a retirar la manga de la chaqueta (¡?). Hasta hace poco tiempo se iban juntos a pasear al monte. Desde hace un mes J. no sale prácticamente de casa y Lua ha engordado.
J. tiene dolor aunque lleva pautado tratamiento, pero parece ser que no lo entendió bien o que estaba pensando en otras cosas cuando se lo explicaron. No se coloca bien los parches o se olvida de ponérselos o se pone uno sin quitarse el anterior. “Estas pegatinas no me hacen nada...”. Claro!!
J. conoce su enfermedad y el pronóstico, sólo nos pide que hagamos lo posible para que no tenga dolor y que le dejemos seguir fumando, "el tabaco es lo mejor que me queda...", junto a Lua.
Lo hemos encontrado sentado en el sofá, fumando un cigarrillo detrás de otro, junto a su perra Lua que, aparte de ser fumadora pasiva, lo miraba embelesada, con una expresión de tristeza en los ojos que iban de él a nosotras y viceversa (como si nos pidiera que hiciéramos lo posible por devolverle a su amo....el de antes). Si nos levantábamos a por algo nos seguía los pasos, vigilante, atenta a todo,... y cuando mi compañera le ha tomado la tensión, Lua le ha ayudado con la pata a retirar la manga de la chaqueta (¡?). Hasta hace poco tiempo se iban juntos a pasear al monte. Desde hace un mes J. no sale prácticamente de casa y Lua ha engordado.
J. tiene dolor aunque lleva pautado tratamiento, pero parece ser que no lo entendió bien o que estaba pensando en otras cosas cuando se lo explicaron. No se coloca bien los parches o se olvida de ponérselos o se pone uno sin quitarse el anterior. “Estas pegatinas no me hacen nada...”. Claro!!
J. conoce su enfermedad y el pronóstico, sólo nos pide que hagamos lo posible para que no tenga dolor y que le dejemos seguir fumando, "el tabaco es lo mejor que me queda...", junto a Lua.
Si los perros no van al cielo,
cuando muera quiero ir a donde ellos van.
Will Rogers
4 comentarios:
La perrita de la imagen no es Lua. Se llamaba Laska y la recordamos con mucho cariño y dulzura. Tuvimos la suerte de disfrutar, durante dos inolvidables años, de su lealtad e inteligencia.
Seguro que nos estará viendo desde su cielo de amapolas y flores de mil colores.
Es cierto, era entrañable, un miembro más de la familia.
Falleció hace casi un año de un ca.de mama diseminado. Nos enseñó, además de muchas otras cosas, cómo se vive hasta el final con dignidad y cómo es posible adaptarse a las limitaciones que impone la enfermedad, sin perder la compostura.
Recibió los mejores cuidados que supimos darle hasta que murió.
Un beso para ti Matute y una caricia detrás de la oreja para Laska (ahí donde estés).
tengo una gata y también es uno másde la familia, sin dudarlo
Gracias Casía por tu visita.
Una frase de no sé quién que leí en algún sitio, dice algo así: "mi meta en la vida es ser tan buena persona como mi perro ya cree que soy".
Precioso Asturias (sus leyendas y todo lo demás...)
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