¿Cómo doy una mala noticia? ¿De qué forma consigo la
implicación de mis pacientes? ¿Está entendiendo el enfermo lo que le pasa?
Dudas como estas son frecuentes entre los profesionales sanitarios porque, pese
a ser una herramienta básica para su labor profesional, la comunicación suele
pasar de puntillas en las facultades de Medicina.
Para solventar estas carencias, de un tiempo a esta parte han
nacido varias iniciativas que tienen por objetivo unir estos dos mundos
condenados a entenderse. La última se ha presentado recientemente en la Escuela
de Salud Pública de Menorca y hace especial hincapié en la necesidad de
comunicar con 'h-alma'.
El neologismo ha sido creado por Joan Carles March y José
Luis Bimbela, dos profesionales de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP)
que llevan unos cuantos años analizando la importancia de juntar palabras y
gestos con corazón y alma.
Lo de añadir una '-h' al término, explica March, se debe a
que hay siete palabras que empiezan o contienen esta letra y que son fundamentales
para construir una verdadera comunicación con alma y que sea efectiva:
- La primera '-h' es
la de honestidad, subraya el especialista. "La comunicación honesta es
mucho más eficaz que la que se basa en la falsedad. Además, ayuda a que el
mensaje sea más nítido. Es muy importante pararse a reflexionar sobre
"cuáles son honestamente los objetivos a conseguir".
-En segundo lugar viene la '-h' de humildad. En esta profesión, como en muchas otras,
"sobra mucho ego", por lo que reforzar la humildad es fundamental
para que en la consulta haya preguntas en vez de suposiciones y empatía en lugar
de juicios. "Nosotros defendemos que hay que activar el PGP: el por favor,
las gracias y el perdón", remarca March.
-La '-h' de humor
es clave porque "la risa es un quita miedos" y "lo positivo abre
mientras que lo negativo cierra".
-"Los hechos hablan más alto que las palabras". La coherencia con -h intercalada- entre lo
que se dice y lo que se hace es vital para una adecuada comunicación.
-La siguiente '-h' es
la de habilidad, que hace referencia a la necesidad de "practicar,
practicar y practicar". "Hay que entrenarse en lo que peor
hacemos" porque con esfuerzo se aprende y mejora.
-Y la última '-h' es
la de heroísmo y también la de vehemencia. "En estos tiempos, es
necesario ponerle coraje y pasión a la labor diaria".
Para conseguir esta 'h-alma',
March y Bimbela trabajan tres líneas de habilidades con los asistentes a sus
cursos.
En primer lugar, se analizan habilidades emocionales
intra-personales, lo que definen como "yo conmigo". "Si tú no te
conoces, no vas a cambiar. Hay que ver qué situaciones te ponen nervioso, qué
emociones te genera y de qué manera podemos transformar, por ejemplo, las
etiquetas que ponemos". A partir de ahí, llega el turno de las habilidades
interpersonales, el "yo contigo" y el "nosotros", con
hincapié en las aptitudes para prevenir y gestionar conflictos y "siempre
bajo la premisa de las seis '-h' citadas".
Todo con análisis de casos concretos en los que se trata de
minimizar lo que March define como el "lanzamiento de mensajes con virus y
bacterias".
elmundo.es
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