El hombre es el único animal al que le duele la vejez y teme a la muerte.
La historia de la humanidad trata de la vida del hombre, pero también de su postura ante la muerte. En épocas anteriores eran visibles para todo el mundo la enfermedad y la muerte. Cuando alguien fallecía, la población entera participaba del entierro, se lo conducía a la vista de todo el mundo al cementerio, que habitualmente se hallaba en el corazón de la ciudad, junto a la iglesia, en el centro. Se moría en casa, rodeado de familia (incluidos los niños), amigos y vecinos. El enfermo era el primero en saber que iba a morir. Era el momento de las despedidas y el perdón, los repartos de la hacienda, los últimos consejos a los hijos. Se convertía en el último acto social. Así, la "buena muerte" era aquella el la que el agonizante advertía la llegada de los últimos momentos y podía preparar sus asuntos personales, sociales y religiosos. En cambio, la "muerte maldita" era la muerte súbita (por accidente, envenenamiento,etc) y estaba marcada por el sello de la maldición y las fuerzas demoníacas. "El muerto se había perdido su propia muerte y eso era lamentable."
Actualmente esto ha cambiado. Se rechaza el hecho de envejecer y morir. Aceptamos la muerte como una incoherencia y un absurdo, un error que debería remediarse. Un fracaso.
Durante mucho tiempo el sitio ideal para esconder al moribundo ha sido el hospital, ha surgido un nuevo modelo de muerte medicalizada. Cuando la muerte llega lo hace discretamente, sin interrumpir la rutina hospitalaria. Uno muere sin darse cuenta y sin que los demás se den cuenta. Habitualmente el enfermo no sabe que va a morir, y si lo sabe suele comportarse como si no lo supiera. La participación de la familia en la muerte de un familiar se ve muy limitada cuando el paciente está hospitalizado.
En un hospital de agudos, aproximadamente un 10% de los pacientes se encuentran en situación terminal, son pacientes NO curables y para los que están mal utilizados los recursos, ya que un paciente terminal tiene necesidades distintas y requiere actuaciones distintas con otro tipo de organización más flexible y adaptable a sus necesidades.
La aparición de los Cuidados Paliativos supone un cambio de actitud ante la situación de enfermedad terminal porque reconoce su carácter ineludible y la necesidad de hacerse cargo de todo el proceso. Colaboran en un proceso ya iniciado cuyo único final es la muerte, sin intervenir para provocarla o impedirla, acompañando al paciente y a su familia hasta el final.
Hay que tener en cuenta que:
* está demostrado que la mayoría de los enfermos prefieren pasar sus últimos días de vida y morir en casa, contando con los cuidados de sus familiares u otras personas que se hagan cargo de sus cuidados.
* un enfermo en situación terminal supone una rotura y una crisis en la vida cotidiana e implica reajustes en los miembros de la familia. Las familias han pasado de ser grandes familias a familias reducidas, nucleares. Además, la integración de la mujer en el mundo laboral ha traído consigo la pérdida de su tradicional papel de "cuidadora", con lo que hoy en día es dificil asumir el cuidado del paciente sin ayuda de otras personas. Esto provoca la desestructuración familiar, dejar el trabajo o contratar cuidadores con la carga económica que eso supone (las ayudas prestadas por organismos oficiales son todavía muy escasas).
El cuidado de un paciente en situación terminal supone un trabajo duro, difícil, con un alto nivel de carga emocional y, habitualmente, conlleva un aislamiento social importante.
Después de este pequeño rollo, terminaré con una frase :
"Con la enfermedad comienza generalmente aquella igualdad que la muerte completa"
S. Johnson.
3 comentarios:
"No debéis temer a los moribundos, solo necesitan las fuerzas del amor…nada más"
Teresa de Calcuta
Como enfermeras(os) somos responsables de la gestión de los Cuidados Paliativos
tanto en el hogar como en el hospital, con el objetivo de asegurar la máxima
calidad de vida posible al final de la vida, también realizamos una labor de
coordinación entre niveles asistenciales y educación sanitaria a los cuidadores
informales. Somos referentes de gestión de situaciones de especial complejidad y
control de síntomas difíciles, cuidados en agonía, asesoramiento y seguimiento del
duelo junto a otros profesionales, por tanto debemos ser responsables de la
formación, investigación y difusión de estos temas.
Muchas gracias por tu visita compañero ;)
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