Esta pregunta es el eje en el que gira "Mi vida sin mi" .
Rodada en Canadá por Isabel Coixet, esta película viene a demostrar que, en ocasiones, la vida empieza a vivirse con mucha más intensidad, justo cuando empieza a disiparse.
Es la historia de Anna, que ante la inminencia de su muerte anunciada opta por no despedirse de la vida, sino abrirse a los capítulos hasta entonces no explorados de su existencia. Anna, es una mujer de 23 años, que se gana la vida fregando suelos en la universidad y vive en un trailer de un suburbio, con dos niñas y un marido que la quiere.
De pronto descubre que le quedan unos meses de vida y opta por no compartir con nadie ese secreto, para evitar que otros empiecen a hablarle de su muerte. Se escribe una lista de las cosas que no quiere dejar de hacer antes de morir, desde visitar a su padre en la cárcel o tener sexo con alguien que no sea su esposo, hasta pintarse las uñas con colores improcedentes, y se lanza a lo que otros descartarían: vivir.
Algunas de las frases que me gustaron:
"Rezas para que esta sea tu vida sin ti. (...). Rezas a no sabes que ni a quien, pero rezas, y no sientes nostalgia por la vida que no tendrás, porque para entonces habrás muerto, y los muertos no sienten nada, ni siquiera nostalgia".
"Sé que te sientes tan sólo que te duele, sé que no te gusta la gente, sé que tomas demasiados cafés, sé que piensas que la vida está pasando a tu lado y no sabes exactamente cómo y sé que te has obligado a no pensar en mí, porque es ridículo fantasear sobre alguien que has visto apenas dos veces".
"Un día te das cuenta de que tu vida ha sido un sueño y acabas de despertar".
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