“…No conservo ninguna fotografía suya donde quedara un poco bien. Ni siquiera en mi imaginación soy capaz de reproducir su cara con todo detalle. Y, sin embargo, el rostro de cualquier extraño, atisbado esta mañana entre la multitud, puede presentarse ante mi con nítida perfección al cerrar los ojos por la noche….Los rostros de los seres a quien mejor hemos conocido, los hemos visto desde tantos ángulos, bajo tantas luces y dotados de tantas expresiones (paseando, durmiendo, riéndose, llorando, comiendo, hablando, pensando,…), que todas esas impresiones se nos enmarañan simultáneamente dentro de la memoria y quedan confundidas en un simple borrón. Pero su voz está todavía viva. Su voz añorada que en el momento menos pensado me puede convertir en un niño que se echa a llorar.
...¿Qué es la pena comparada con un dolor físico? Digan lo que digan, el cuerpo puede llegar a sufrir veinte veces más que el alma. La mente siempre tiene alguna capacidad de evasión. En el peor de los casos, un pensamiento insoportable lo más que hace es volver una y otra vez, pero el dolor físico puede ser completamente ininterrumpido. La pena es comparable a un bombardeo que nos sobrevuela dando vueltas y dispuesto a soltar una bomba cada vez que una de esas vueltas desde arriba coincide justamente con nuestra cabeza. El dolor físico es como el fuego constante en una trinchera..., horas y horas sin cejar ni un minuto. El pensamiento nunca es estático, el dolor físico lo es muchas veces."
...¿Qué es la pena comparada con un dolor físico? Digan lo que digan, el cuerpo puede llegar a sufrir veinte veces más que el alma. La mente siempre tiene alguna capacidad de evasión. En el peor de los casos, un pensamiento insoportable lo más que hace es volver una y otra vez, pero el dolor físico puede ser completamente ininterrumpido. La pena es comparable a un bombardeo que nos sobrevuela dando vueltas y dispuesto a soltar una bomba cada vez que una de esas vueltas desde arriba coincide justamente con nuestra cabeza. El dolor físico es como el fuego constante en una trinchera..., horas y horas sin cejar ni un minuto. El pensamiento nunca es estático, el dolor físico lo es muchas veces."
“Una pena en observación” C.S. Lewis
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