Hace dos días volví al trabajo después de una pausa, de una temporadita de “descanso”. Necesaria en ocasiones y creo que recomendable para cualquiera que tenga un trabajo con un desgaste similar al nuestro.
Y fue un reencuentro de sol y magia, de abrazos y de besos, de sonrisas y calor. De volver a sentir ese trato amable y delicado, casi con mimo, que nos dispensamos unas a otras en nuestro ambiente de trabajo. Me di cuenta, una vez más, de que nos cuidamos mucho entre nosotras (quién si no nos entiende mejor??), que los roces en la piel son caricias y que con las miradas y las sonrisas también nos acariciamos. Nos escuchamos. De verdad. Las palabras y el tono de voz, la cercanía y todo el lenguaje no verbal también me decía: "te queremos y nos alegramos de que estés de nuevo con nosotras". (Me ha quedado como una declaración de amor y aunque os quiero mucho tampoco es eso..., pero...)
Y fue un reencuentro de sol y magia, de abrazos y de besos, de sonrisas y calor. De volver a sentir ese trato amable y delicado, casi con mimo, que nos dispensamos unas a otras en nuestro ambiente de trabajo. Me di cuenta, una vez más, de que nos cuidamos mucho entre nosotras (quién si no nos entiende mejor??), que los roces en la piel son caricias y que con las miradas y las sonrisas también nos acariciamos. Nos escuchamos. De verdad. Las palabras y el tono de voz, la cercanía y todo el lenguaje no verbal también me decía: "te queremos y nos alegramos de que estés de nuevo con nosotras". (Me ha quedado como una declaración de amor y aunque os quiero mucho tampoco es eso..., pero...)
Me siento tan orgullosa de teneros aquí al lado, compañeras!!
1 comentario:
Ainss... mi amoL... que bonito te ha quedao... Pero como que no es una declaración de amoL... de amoL del weno weno... jejeje.
Publicar un comentario