Un estudiante fue con un maestro para aprender el arte de curar.
Vieron venir a un paciente y el maestro dijo: "Este hombre necesita granadas para curar".
El estudiante recibió al paciente y le dijo: "Tiene usted que tomar granadas, es todo lo que necesita". El hombre se fue protestando y probablemente no consideró en serio el consejo.
El estudiante corrió a su maestro y le preguntó en qué había fallado. El maestro no dijo nada y esperó a que de nuevo se dieran las circunstancias.
Pasó un tiempo y el maestro dijo de otro paciente: "Ese hombre necesita granadas para curar, pero esta vez seré yo quién actúe". Le recibió y se sentaron, hablaron de su familia, de su trabajo, de su situación, dificultades e ilusiones.
El maestro con aire pensativo dijo como para sí mismo: "Necesitarías algún fruto de cáscara dura, anaranjada, y que en su interior contenga granos jugosos de color granate". El paciente le interrumpió exclamando: "Granadas!, y eso es lo que podría mejorarme?".
El paciente curó y el estudiante tuvo una ocasión más para aprender.
El estudiante recibió al paciente y le dijo: "Tiene usted que tomar granadas, es todo lo que necesita". El hombre se fue protestando y probablemente no consideró en serio el consejo.
El estudiante corrió a su maestro y le preguntó en qué había fallado. El maestro no dijo nada y esperó a que de nuevo se dieran las circunstancias.
Pasó un tiempo y el maestro dijo de otro paciente: "Ese hombre necesita granadas para curar, pero esta vez seré yo quién actúe". Le recibió y se sentaron, hablaron de su familia, de su trabajo, de su situación, dificultades e ilusiones.
El maestro con aire pensativo dijo como para sí mismo: "Necesitarías algún fruto de cáscara dura, anaranjada, y que en su interior contenga granos jugosos de color granate". El paciente le interrumpió exclamando: "Granadas!, y eso es lo que podría mejorarme?".
El paciente curó y el estudiante tuvo una ocasión más para aprender.
El remedio es la mitad de la cura,
la otra mitad es la respuesta de aquel a quien se cura.
2 comentarios:
Así es, pero ahora los médicos creo que les queda poco tiempo que dedicar a los pacientes en aplicar la psicología. Lástima. Muchas veces curarían más escuchando que medicando.
Si yo te contara de mis andaduras...
Por desgracia padezco una enfermedad crónica (fibromialgia) y encima soy obesa (112 kg). Hace falta que te diga como me tratan la mayoría de especialistas de la seguridad social?
Con perdón, porque vosotros también soy médicos y enfermeros, pero el habito no hace al monje.
Un fuerte abrazo y mi enhorabuena por la enorme labor que ejerceís.
Hola anjali!
Creo que tienes razón cuando dices que "muchas veces curarían más escuchando que medicando".
En nuestra práctica diaria, como en cualquier otra faceta de la vida, tan importante es LO QUE se dice como EL CÓMO se dice. Con pausas, sin prisa.
A veces puedes hacerlo y otras cuesta más, como todo en la vida.
Besos
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