En el pequeño cementerio civil de un pueblo, hay una sola tumba en la que puede leerse…"A mi amada Teresa.”
Hace años, una pareja del pueblo se conocen, se enamoran y quieren casarse. Pero el cura se niega porque son primos lejanos. Debían pedir un permiso al Papa y pagarlo. Al ser de familias humildes y no poder conseguir el dinero, el cura no los quiso casar.
Como no pudieron hacerlo por la iglesia, firmaron un papel en el ayuntamiento y se consideraron casados. Tuvieron dos hijos, un niño y una niña.
Cuando Teresa murió a los 33 años, en 1916, el cura no la quiso enterrar en el cementerio católico del pueblo. El ayuntamiento hizo un cementerio en los alrededores, cerca de una ermita, un lugar muy tranquilo y solitario. Los alguaciles construyeron la tumba entre cuatro paredes para alejarla de la vista de los habitantes del pueblo. Su marido dejó dicho que quería que le enterraran a su lado, pero tuvo que trasladarse a vivir a Francia y falleció allí, siendo enterrado en Toulouse.
Desde entonces Teresa continua sola en su cementerio, que actualmente es visita obligada para todos los turistas que van a conocer el pueblo.
"Mira qué es bonito, y la de gente que viene a visitar la tumba…"
2 comentarios:
En el pueblo de mis padres, también había un cementerio paralelo: para los rojos, para los suicidas... cementerios siniestros que había pegados al camposanto de los cristianos, llenos de zarzas y escombros.
Desprecio social miserable, la expresión de un miedo cierto a las consecuencias, a tener problemas con la iglesia, hasta que esta decidió hacer la vista gorda.
Ahora se tiró la tapia que los separaba, aunque también en los cementerios sigue habiendo diferencia de clases.
Un saludo afectuoso
Aunque este hecho, no aislado, ocurrió hace años, aún hoy en día se dan situaciones parecidas porque como bien dices "sigue habiendo diferencia de clases".
Sin embargo los lugares que se hicieron (y se siguen haciendo) para aislar una forma de pensar y vivir diferente, suelen ser los más hermosos, los que más te atraen y los que te sugieren más
cosas.
Un abrazo, Alondra
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