Este es el blog de un equipo de Cuidados Paliativos... trabajamos "a pie de cama", en el domicilio del paciente, en su espacio más íntimo y personal.

Todos los días hay un viaje distinto, duro, sorprendente, triste, emocionante... y con un final.

¿Nos acompañas?.



sábado, 7 de marzo de 2020

aGRaDeCieNDo... SieMPRe



Allá por Noviembre de 2008, cuando roté siendo residente en el servicio de Cuidados Paliativos domiciliarios de Burgos, esta especialidad tocó mi corazón. Pero entonces estaba orientado a la urgencia hospitalaria, a la acción…

En realidad lo que me llenó profundamente fue, por un lado, la médico y la enfermera, su presencia y su saber hacer y por otro, ése momento de la vida del paciente y de sus familiares y cuidadores.

Casi todas las personas a las que digo que me gusta esto de Paliativos contestan “pero es muy duro, no?”; y casi siempre contesto “Comparado con qué…?

Si eres médico, salvo excepciones, estás en contacto con el dolor, sufrimiento, enfermedad, trauma o pérdida de otra persona de una u otra forma; si lo consideraras duro, no estarías en la profesión.

En el caso que nos ocupa, no sólo no me parece duro, es que considero y siento que es muy, pero que muy bonito, atender el final de la vida hasta el final; encuentro además equilibrio entre el aspecto médico al aliviar síntomas sin ninguna intención curativa (los médicos curamos algo alguna vez…?) y el acompañamiento emocional, psicológico y espiritual tanto de paciente como de acompañantes.

Aprender de cada situación, de cada gesto, mirada, reflexión…; indagar en las creencias, inquietudes y miedos…, de uno mismo gracias a ellos; abordar la necesidad de información o la negación; ver invariablemente sonrisas; acoger invariablemente lágrimas…

Sentir una y otra vez que somos todos uno, que la bella danza del dar y recibir es eterna… ¡que te ofrezcan gratitud cuando eres tú el beneficiado!

En fin, que no, que no es duro en absoluto. Otro asunto es aprender a gestionar el tema de nuestra propia enfermedad y muerte, de nuestro pánico, sin mirar para otro lado…, que ya sabemos que la negación no sirve de nada y la aceptación te lleva a la paz.

Paz como la que disfruté en una paciente hace unos días, cuando en sus últimas horas en este plano no dejaba de sonreír y transmitir amor y serenidad en su cariñoso brillo de ojos.

Gracias de todo corazón.


Javier Moraleda
Médico del ESAD




No hay comentarios: