Este es el blog de un equipo de Cuidados Paliativos... trabajamos "a pie de cama", en el domicilio del paciente, en su espacio más íntimo y personal.

Todos los días hay un viaje distinto, duro, sorprendente, triste, emocionante... y con un final.

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domingo, 29 de marzo de 2020

eN TieMPoS DiFíCiLeS...



Laura y Mario viven desde hace días en una burbuja. Son gente muy sociable, tienen una mesa grande en la cocina donde a menudo se juntaban con amigos para comer, sus hijos iban y venían y sus nietos correteaban por la casa mientras ella cocinaba para todos.

A Mario le diagnosticaron hace unos 6 meses un hepatocarcinoma en estadio avanzado que precisa de paracentesis evacuadoras cada poco tiempo, para eliminar el líquido que se acumula en su abdomen y que le produce fatiga y un gran malestar.

Hasta hace 3 semanas se lo hacían en el hospital, pero le dijeron que no acudieran más porque era un riesgo para él.  Por si esto no fuera suficiente, su esposa es positiva a Covid-19, contagiada por su hermano con el que solía ir a desayunar a una cafetería del barrio. Ahora él está ingresado en estado grave. Ella apenas presenta síntomas, “sólo estoy  cansada y he perdido el olfato, pero no tengo fiebre. Me han dicho que me quede en casa con él, claro. Pero nos sentimos abandonados…”, nos decía llorando por teléfono.

Habló con su médico de cabecera, que no suele hacer estos procedimientos en el domicilio, y nos llamó a nosotras. Hablamos con su oncóloga y decidimos alargar la paracentesis todo lo que se pudiera… hasta que no se pudo más.

Así que allí fuimos, mi enfermera y yo (que estamos siempre de acuerdo en lo importante), con toda la protección necesaria. Laura no salió de la cocina en todo el proceso, protegida con su mascarilla ffp2. Nosotras en el dormitorio con Mario. Durante el tiempo que estuvimos con él, porque lleva su tiempo, hablamos de su familia, de su noviazgo, de sus padres, de su trabajo, de su enfermedad,… en algunos momentos lloraba de risa, en otros de desesperanza y en otros de agradecimiento.

Al irnos, Laura nos despidió temblorosa desde la nevera.

Sabemos que la enfermedad existe, que el riego nos acecha. Por eso nos protegemos bien, seguimos todas las indicaciones que nos da el hospital. No sé si caeremos, pero el tiempo del mientras, estaremos, nos intentaremos sentir bien y dar lo mejor.




3 comentarios:

Antonio R. dijo...

Vosotras, al igual que muchos profesionales de A Primaria , seguís representando lo mejor del ser humano en estas circunstancias. Protegeos , por supuesto , pero seguid cerca de los pacientes y que jamas se sientan sólos ni piensen que no se puede hacer nada. Vosotras sabeis mejor que nadie que eso no es verdad y que siempre hay algo que puede hacerse, como no dejarlos en soledad jamás. UN beso

Margarita Baena dijo...

Gracias por compartir!

Violeta (Pilar Lázaro) dijo...

Todos somos necesarios, no sólo ahora sino cada día de nuestra vida. Es una lástima que nos tengamos que ver al borde del abismo para ser conscientes y sacar lo mejor, aquello que estaba dormido en nuestro interior. Ojalá el barro en el que estamos viviendo sirva también para limpiarnos la piel de impurezas.
Querido Antonio R. me alegra saber que sigues aquí cerquita. Con tu permiso comparto tu última entrada, toda una lección de vida. Un besogrande, grande.