Morir a deshora:
¡Ojo con la hora de morir!
Morir fuera del horario laboral del médico de cabecera, sobre todo en fin de semana, es muy inconveniente.
Puede que el médico de urgencias no lo vea claro, o tenga “por norma” no certificar.
Puede que tengan que venir el juez y el forense.
Puede que la Guardia Civil precinte y custodie la casa.
Puede que una familia sufra el horror de no tener un médico “conocido” que certifique la muerte y evite todo el horror previo descrito, que se suma al dolor de la muerte del ser querido.
Puede que quepa el descrédito de una familia que dio todo en vida por el paciente terminal.
Puede que haya quien, en el pueblo y/o vecindad, piense que “vaya usted a saber, si ha tenido que venir el forense…”.
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